Solo le ponen 20 años de cárcel por doble homicidio

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Aunque los daños se encuentran del lado de Guatemala, miembros del Fovial llegaron para verificar la situación. Foto EDH / Roberto Díaz Zambrano

Por David Marroquín sucesos@eldiariodehoy.com

2013-10-11 7:00:00

A Ricardo Andrés Alvarado Girón, un supuesto cabecilla de la mara 18 en la colonia Cima de San Bartolo, Soyapango, lo condenaron a purgar 20 años de prisión por haber asesinado a un hombre de 84 años y a su nieto de 19, informaron fuentes policiales.

El Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador encontró culpable a Alvarado Girón de las muertes de Francisco Gerardo Guirola, de 84 años; y su nieto Jorge Arnoldo Ovando Baires, de 19.

El doble asesinato se registró el 2 de julio pasado en el pasaje 5, block F de la urbanización Altavista, en Ilopango.

Guirola y su nieto salían del referido pasaje, donde habían estado reparando una casa, cuando Alvarado Girón y otros pandilleros los atacaron a balazos. Las dos víctimas murieron en el lugar.

A raíz de la oportuna denuncia de algunos vecinos, una patrulla policial pudo interceptar a Alvarado cuando escapaba de sitio por lo que fue detenido.

Fuentes de la Policía explicaron que una de las pruebas contundentes que aceptó el referido tribunal para convencerse de que Alvarado Girón había participado en el doble asesinato fue el resultado positivo que dio el examen científico de plomo y bario al cual fue sometido el condenado inmediatamente después de haber sido capturado en flagrancia.

Las fuentes explicaron que la prueba técnica científica reveló que Alvarado Girón tenía residuos de pólvora en sus manos lo que demostraba que recién había disparado un arma de fuego. A esa evidencia contundente también se le sumaron las declaraciones de testigos que lo señalaron como uno de los asesinos de abuelo y nieto.

Durante las investigaciones policiales se pudo establecer que Alvarado Girón decidió asesinar a Ovando Baires, porque éste se fue a trabajar por varios meses a Ahuachapán para mantener a su hijo recién nacido y cuando regresó a su casa en la colonia Altavista, no le pidió permiso a Alvarado para “volver a su cancha”, según lo que manifestaron algunos testigos. A su abuelo lo asesinaron porque trató de defender a su nieto.

Las fuentes policiales explicaron que el joven asesinado no tenía ninguna relación con las pandillas.

Lo que llamó la atención de las autoridades policiales es que la pena de cárcel que le impusieron a Alvarado Girón es relativamente pequeña tomando en cuenta que se trató de un doble homicidio en el que hubo agravante.

El condenado tuvo dos abogados particulares que lo defendieron durante el juicio.