SANTA ANA. Decenas de usuarios que a diario abordan las unidades del transporte colectivo en las diferentes paradas de buses de la Ciudad Morena, se exponen a ser atropellados.
Ello, debido a la gran cantidad de ventas ambulantes y estacionarias que se han apoderado de estos espacios, durante los últimos años, sin que las autoridades municipales hagan algo al respecto.
“Es cierto que tienen derecho a ganarse la vida; pero, nos exponen a los que usamos buses a ser atropellados porque no dejan mucho espacio para nosotros”, dice Leonel Guerra, santaneco.
Entre las zonas más afectadas están las parada de buses afuera del centro comercial Metrocentro, el mercado Colón y la terminal de buses Francisco Lara Pineda.
Según el jefe de la división de tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) en Santa Ana, inspector Martín Martínez, en los lugares antes mencionados la circulación de vehículos es pesada; así como lo es la excesiva cantidad de ventas en las paradas de buses.
Según Martínez, esto podría traer consecuencias fatales tanto a los usuarios del transporte colectivo como a los mismos vendedores.
“Las ventas hacen que la gente tenga que esperar el bus bien a la orilla de la acera o a veces hasta en la misma calle”, dice el jefe policial, exponiéndose a ser arrollado.
Sin embargo, considera que es un tema que le compete a la alcaldía municipal.
Explica que como autoridad de tránsito solo hacen ver los peligros que la situación genera.
“Yo tengo mi venta sobre el andén pero siempre procuro dejar espacio para que la gente camine”, expresa uno de los vendedores del mercado Colón, quien pidió no revelar su nombre.
El vendedor asegura que en el caso de que la alcaldía quisiera reubicarlos no se opondrían, siempre y cuando los dejen en el mismo sitio.
El director del Cuerpo de Agentes Municipales (CAM), Carlos Granillo, afirma que el proyecto de reordenamiento de puestos y ventas informales que dio inicio el pasado 24 de septiembre, es una de las alternativas que la alcaldía municipal está utilizando para intentar hacer frente a esta situación.
“La idea es hacer que los vendedores respeten los límites establecidos con las líneas amarillas. Si un vendedor se ubica en un lugar no asignado, como es el caso de las paradas de buses, entonces a este se le decomisará la mercadería”, manifiesta el director del Cam.