Guardaespaldas a la cárcel por matar a empresario

Los condenados eran empleados de la víctima, a quien lo asesinaron para robarle 7,000 dólares.

descripción de la imagen
A los tres los encontraron culpables de haber asesinado a Adrián Guardado Granados, el 31 de diciembre pasado. Foto EDH / Archivo

Por David Marroquín sucesos@eldiariodehoy.com

2013-10-16 7:00:00

Tres hombres que eran los guardaespaldas de un comerciante de productos lácteos y que lo asesinaron para robarle 7,000 dólares, ahora tendrán que pagar el crimen en la cárcel.

A los tres individuos los encontró culpables el Tribunal Primero de Sentencia del asesinato del empresario Adrián Clímaco Guardado Granados, de 47 años, por lo que han sido condenados a purgar penas que van desde los 20 hasta los 28 años de prisión.

El asesinato de Guardado Granados se registró la tarde del 31 de diciembre del año pasado dentro de la empresa lácteos El Chaparral situada sobre la calle La Constancia, en la colonia La Cima I, en San Salvador.

El referido tribunal le impuso 28 años de cárcel a Elíseo Jiménez Vega por haber sido el responsable de haberle disparado a Guardado Granados. A Jorge Alberto García Vega le dieron 25 años de prisión por haber amarrado a uno de los empleados que se encontraba en el lugar. También condenaron a Salvador Martínez Vega con 20 años de prisión y por haber escapado con los otros dos condenados.

El jefe de la Unidad de Vida de la Fiscalía, Rafael Romero, explicó que la razón que movió a los tres condenados a asesinar al comerciante fue el robo de 7,000 dólares que correspondía a la venta de productos de ese día.

“Las penas son diferentes porque cada uno de ellos tuvo distinta participación en el asesinato, uno fue el que ejecutó, uno hizo otra función y otro escapó con los sujetos”, dijo Romero.

El comerciante tenía como empleado de confianza a Jorge Alberto quien tenía varios años de estar trabajando como su guardaespaldas y por esa confianza le ayudó a emplear a otros dos sentenciados, quienes tenían tres meses de haber comenzado a trabajar en la empresa.

El fiscal Romero dijo que los tres trabajaban como guardaespaldas de la víctima y también como vigilantes de la empresa al grado que lo asesinaron con la misma arma que les había dado Guardado.

“A él lo asesinaron para no dejar pistas”, dijo Romero.

Romero explicó que la condena de los tres individuos fue importante la declaración del testigo identificado como “caminante” quien relató cómo ocurrieron los hechos.

Durante las investigaciones no se pudo corroborar si los tres condenados eran pandilleros, aunque sí residían en un sector con presencia de pandillas en Panchimalco.

Aunque al comerciante lo extorsionaban las pandillas, él nunca accedió a las exigencias económicas, según la Fiscalía.