Los especialistas en educación, Felipe Rivas y Óscar Picardo, coincidieron ayer, al celebrarse el Día Internacional de la Alfabetización, que el país tiene que hacer un esfuerzo muy importante por reducir la tasa de analfabetismo en el país y al mismo tiempo asegurar que los alfabetizados no vuelvan a su situación inicial.
“En términos generales la tendencia de reducción de los niveles de alfabetización siguen siendo muy lentos, con relación a cómo evoluciona el mundo”, afirmó Felipe Rivas.
Según la Memoria de Labores del Ministerio de Educación (Mined) del periodo 2012- 2013, desde 2009 han alfabetizado a 142 mil 785 personas, tras lo cual el índice de analfabetismo habría pasado de 17.97% a 13.23%. Cifras que volverán a ser destacadas hoy durante los actos oficiales que realizará el gobierno en las instalaciones del Centro Internacional de Convenciones (Cifco).
Rivas explicó que, siguiendo la tendencia internacional, donde se nota reducción del analfabetismo es en el sector de la población que va de los 14 a 24 años de edad, con un cinco por ciento; pero no ocurre lo mismo entre la población de 15 años de edad o más, donde cita un 16%.
“Lo que nos indica es que el país todavía tiene que hacer un esfuerzo muy importante, primero por erradicar los índices generales”, sostuvo el experto.
Rivas, quien también es representante de la Fundación Innovaciones Educativas Centroamericanas (Fieca), insistió que en El Salvador no se ha logrado pasar del concepto de que alfabetizar es enseñar a leer y escribir, cuando la Unesco desde hace años ha insistido en la concepción de la enseñanza contínua, donde se adquieren competencias para la vida.
Con eso alude a que en el país seguimos concentrados en que la población logre el primer nivel de la enseñanza. Mientras la continuidad educativa solo está en discursos.
Otro de los temas, según indica, es que no se invierte en erradicar el analfabetismo y la escolaridad promedio nacional. En efecto, los montos destinados a esta tarea no superan los tres millones desde hace más de diez años.
Si bien en la memoria de Labores 2012 – 2013 de Educación no se precisa la cifra invertida en este rubro, en la gestión previa registraba 2.5 millones.
Por su parte, Óscar Picardo no está convencido de que con 142 mil 785 mil personas alfabetizadas se haya logrado reducir la tasa de analfabetismo general, pero aunque las autoridades lo vean como un logro él considera que el descenso no es excepcional de cara a las promesas iniciales.
Solo 16 municipios
Previo al inicio de este gobierno el ahora vicepresidente y candidato presidencial, Salvador Sánchez Cerén, prometió en sus discursos que llevarían el analfabetismo a cero.
Sin embargo, en Educación, cartera de Estado que él presidió de forma ad honorem, hoy se habla de que al final de esta administración habrá 16 municipios libres de analfabetismo.
Obviamente las cifras se han ido acomodando en la medida que no se destinó más recursos al tema y para subsanar se lanzaron a la estrategia del voluntariado con la participación de jóvenes.
Picardo destaca que los indicadores de analfabetismo y escolaridad promedio son importantes en el sentido de que dan una visión sobre la capacidad de productividad y la competitividad que tiene el país, frente a los planes de inversión extranjera.
“Creo que no somos muy competitivos”, aseveró Picardo. Como ejemplo citó que en el indice de competitividad del INCAE el país está en el lugar 124, de las 147 posiciones que hay en el tema de disponibilidad de ingenieros.
La preocupación sobre el tema no es ajena a los gremios docentes. Paz Zetino Gutiérrez, secretario general de Bases Magisteriales, explicó que “hace cinco años, cuando esta gestión inició, se hablaba de más de 600 analfabetas en el país y las cifras conservadores que he escuchado es que se alfabetizó a 142 mil. En el ritmo que se está atendiendo no se va a resolver el problema tan luego”.
Zetino Gutiérrez insiste que no se logrará cubrir ni el 50% de las expectativas que se tenían, pero más allá de eso enfatiza que el problema hay que atacarlo de raíz, porque “no se puede seguir tratando de combatirlo cuando se está atendiendo muy poco la primera infancia”.
A su criterio, este o cualquier gobierno debería trazarse la meta de no dejar a ningún niño fuera de la escuela, cuando en la actualidad solo 46 niños, de cada cien que deberían estar en el aulas de Parvularia, se están quedando fuera. “En esta etapa es donde se desarrolla el interés del niño y niña por el conocimiento. Parte de la frustración y deserción que tenemos en básica tiene que ver con que no atendemos bien a estos niños, no los motivamos”, citó.