La Policía Nacional Civil (PNC) y la Fiscalía General confirmaron que investigan a un grupo de oficiales que integraron el Centro de Inteligencia Policial (CIP) durante la administración del exdirector de la Policía, comisionado Carlos Ascencio porque, supuestamente, hicieron uso indebido de una flota de vehículos policiales para espiar a empresarios.
Aparentemente los seguimientos tenían propósitos políticos y habrían sido realizados sin que hubiese una investigación fiscal contra los empresarios.
El grupo de oficiales que están siendo investigados también habría utilizado fondos de la Policía para alquilar taxis, microbuses y usar hasta vehículos de distintas instituciones del Gobierno, según fuentes de la Policía que pidieron reserva de identidad.
Con la llegada del general Francisco Salinas a la dirección de la Policía, a estos oficiales los removieron de la Inteligencia Policial por falta de confianza. Y al asumir las nuevas jefaturas del CIP, éstas habrían encontrado una serie de irregularidades en el uso de los recursos de la corporación, con fines aparentemente políticos, según las fuentes.
Además del mal uso de los autos, las investigaciones abarcan la posible utilización de otros recursos de la Policía para vincular a una red delictiva, que opera en la zona occidental del país, con supuestas estructuras de crimen organizado en las que ligaban a empresarios, altos oficiales, políticos, fiscales, magistrados, jueces, militares y hasta a periodistas, sin fundamento para las acusaciones.
Estos organigramas de las supuestas redes de delincuencia organizada habrían sido divulgadas en la blogósfera con el objetivo de desprestigiar a la mayoría de personas, cuyas fotografías aparecieron en la misma.
La investigación en marcha habria sido ordenada por el exdirector Salinas; en un primer momento, como parte de un proceso disciplinario, pero luego fue avalada por la Fiscalía, y todavía sigue su curso normal para establecer el grado de responsabilidad penal de los oficiales cuestionados.
Las fuentes de la Policía explicaron que algunos inspectores que habrían participado en la elaboración de esa falsa información reconocieron haber cumplido órdenes.
Las fuentes aseguraron que actualmente en la Policía se tiene la intención de hacer cambios de jefaturas en importantes unidades de investigación, para colocar a oficiales por afinidad ideológica y no por idoneidad.
Otros altos oficiales expresaron su temor de que la Inspectoría sea ocupada por una persona que actúe con revanchismos ideológicos para afectar a los que provienen de la Fuerza Armada con la reapertura de los expedientes disciplinarios que fueron archivados por el exinspector Linares.