El cadáver de Dany Urrutia Chávez, de 35 años, fue hallado en la quebrada El Garrobo, de la colonia Nicaragua II, al sur de San Salvador, con signos de haber sido lapidado.
A la víctima, quien según su familia trabajaba en un banco, pero tenía conocimientos de enfermería, lo contrataban para poner inyecciones.
La noche del domingo, Urrutia recibió una llamada donde le solicitaban sus servicios; salió de casa y dijo a sus familiares que volvería en un rato, pero no lo hizo.
Ayer por la mañana, personas que transitaban por la escena descubrieron el cuerpo y alertaron a las autoridades.
Sus parientes y algunos conocidos dijeron no saber quién tendría motivos para matarlo. Agregaron que era un hombre tranquilo que no se metía en problemas.
Los investigadores hallaron en el lugar la roca con la que lo agredieron. Se presume que su muerte ocurrió a las 8:00 de la noche del domingo.
En otro hecho, un supuesto integrante de la mara 18 fue ultimado a balazos entre dos pasajes de la comunidad Enmanuel, en Zacamil, Mejicanos. Las autoridades informaron que la víctima se llamaba Salvador Amílcar Otero Ramírez, de 42 años.
La zona donde fue cometido el crimen es asediada por la pandilla a la que presuntamente pertenecía Otero; por lo que la Policía no descarta que sus compinches estén tras el ataque.
En el municipio del Rosario, en Cuscatlán, fue asesinado a balazos y machetazos Hugo Ruiz, de 30 años, la noche del domingo, cerca del instituto nacional de la localidad.
Mientras que un supuesto asaltante, de nombre José Ángel Aguilar Henríquez, murió tras ser herido con una navaja por David G., un joven que halo habría atacado para defenderse del atraco. Esto ocurrió en el río Paz, en el cantón El Jocotillo, en San Francisco Menéndez, Ahuachapán.
Aguilar era oriundo de Sonsonate, pero vivía en el barrio Mirador, Jutiapa, Guatemala.