SANTA ANA. Usuarios de la Unidad de Salud Dr. Tomás Pineda Martínez, en el centro de la ciudad, se fueron molestos ayer porque no fueron atendidos.
Esto debido a que el dispensario será trasladado a las nuevas instalaciones que están siendo construidas en la 17a Avenida Sur, entre 5a y 7a calles Oriente, del barrio San Rafael.
Muchos de ellos se quejaron de que no recibieron mayores explicaciones. Sólo les decían que iban a ser atendidos hasta nuevo aviso.
“No hay ni siquiera un rótulo que diga a dónde debemos de ir a consultar o cuándo estarán disponibles ellos en las nuevas clínicas”, se quejó una de las muchas usuarias inconformes, Blanca González.
El traslado a las nuevas infraestructuras se realizará a pesar de que de las tres etapas que consta el proyecto sólo una está finalizada, explicó la directora de la unidad de salud, doctora Ana María de García.
Dicha área deberá adecuarse para la atención de los 300 pacientes diarios que recibe este dispensario médico, que funciona las 24 horas a través del programa Fosalud.
La galena explicó que el traslado se da obligado porque los propietarios de la casa donde funcionan la están pidiendo.
Agregó que a eso se suma a que el Ministerio de Salud ya no buscó la prórroga del contrato porque estiman que las nuevas instalaciones estarán terminadas en noviembre próximo.
Sin embargo, tras el ahorro que tendrá la dependencia gubernamental al no arrendar el local se generará incomodidad entre los usuarios.
La doctora reconoció esa situación, pues todas las áreas que atiende la unidad de salud deberán ser adecuadas en una sola fase de la nueva estructura.
De García dijo que prevén iniciar las atenciones en la nueva unidad de salud en tres días, a partir de ayer.
Pero reconoció que han tenido un inconveniente con la energía eléctrica, pues la que tiene el proyecto es provisional.
La directora dijo que esperan resolver esa situación lo antes posible.
“Ahorita están reforzando (el sistema eléctrico) porque no estaba preparada la primera fase para cubrir todo el establecimiento. Lo que va a estar en todas las fases (en estos momentos) sólo va a estar en una”, dijo la directora.
Agregó que el área de la primera fase estaba destinada para las áreas de odontología, materno-infantil y consulta general.
Sin embargo, por la obligación de ocuparla ahora deberá de albergar todas las áreas con las que cuenta la unidad de salud, entre ellas nutrición, fisioterapia, medicina interna, laboratorio clínico, vacunación, curación, pequeñas cirugías, saneamiento ambiental y el área comunitaria, incluyendo los 90 empleados.
“Sí vamos a estar un poco comprimidos con el espacio físico y quizás la población sienta reducido, pero las atenciones se van a estar brindando”, manifestó la directora.
Por el momento, los 14 médicos con los que cuenta esta unidad de salud han sido distribuidos a los otros dispensarios del municipio.
Esto con la finalidad de que los pacientes que usualmente pasan consulta en dicho establecimiento busquen los otros cercanos.
Sin embargo, a los pacientes no se les explicaban esa situación ayer.
“No explicaron nada, sólo que hasta nuevo aviso van a estar atendiendo en la nueva unidad”, dijo otro usuario, Marvin Pacheco, disgustado por la situación.