Las gremiales del transporte público temen que a partir del 28 de septiembre, las rutas alternativas que anuncie el Viceministerio de Transporte (VMT), una vez comiencen los trabajos del Sitramss en la Alameda Juan Pablo II, sean insuficientes y se genere un caos vehicular de grandes proporciones.
El viceministro de Transporte, Nelson García, dijo que el viernes pasado daría a conocer las rutas alternativas, pero no lo hizo; ahora los transportistas esperan que esta semana puedan conocer por dónde se desplazarán las 52 rutas que entran a la capital vía Juan Pablo II.
El carril segregado que se construirá para el Sitramss a partir del 28 de septiembre desde la Terminal de Oriente, comenzando desde Avenida Peralta hasta la 33a Avenida Norte, mantendrá cerrados algunos tramos de la Alameda Juan Pablo II.
Por el momento, los trabajos que se han iniciado sobre la Avenida Peralta “son preparatorios”, dijo el viceministro.
Nelson García dijo ayer que el plan que darán a conocer para evitar que 51 rutas entren al centro capitalino será dado a conocer esta semana, y la ruta que se mantendrá en el centro será la 52.
Sin conocer cuáles serán los trayectos alternativos, el presidente de la gremial de buses ATP, Roberto Soriano, indicó que “hasta este momento no han llamado a ninguna ruta para darle los recorridos”.
Solo esa gremial de transportistas aglutina más de 25 rutas. La mayoría viene de Soyapango e Ilopango, e independientemente de cuáles rutas alternativas se les asigne “se estarán sobresaturando otras”, aseguró.
Soriano expresó que como asociación han hecho un análisis de donde el VMT podría desviar las rutas cuando comiencen los trabajo en la Juan Pablo II, y en todas, el caos vehicular será monumental.
El presidente de la gremial de microbuses Fecoatranss, Catalino Miranda, dijo que a ellos ya les dieron a conocer algunas paradas de buses que se mantendrán y mencionó la que se encuentra en el parque Centenario, el Infantil y la del Médico Quirúrgico.
Lo que sí está claro para Miranda es que el VMTt no le ha dicho cuál será el plan a seguir si el tránsito de vehículos particulares y buses colapsa.
Soriano ve como alternativa para el desplazamiento de buses y microbuses que los mismo circulen por la calle 5 de Noviembre, la 29a Calle Poniente y otras, para luego desplazarse al centro de la capital.
“El congestionamiento será mucho mayor que el que se ha ocasionado en el Bulevar del Ejército”, aseguró.
La aseveración del presidente de esa gremial va en el sentido de que el Bulevar del Ejército tiene cuatro carriles para la circulación del transporte particular y público.
Y aun así el embotellamiento ha sido muy grande, explicó el presidente de ATP.
En el caso de la Juan Pablo II, aparte del congestionamiento que se generará, los transportistas dicen estar confundidos porque aún no conocen a detalle el plan.
Catalino Miranda explicó que si van a estar trabajando en la Juan Pablo II, “¿cómo es que va a pasar la ruta 52 por ese sector? Aún no sé” fue su respuesta.
Aunque lo más seguro es que el VMT tendrá habilitado un carril sobre dicha Alameda para que circule la 52 y el transporte particular.
Sobre el retorno que la ruta 42 hace sobre el Reloj de Flores, del que se supone será suprimido, tampoco sabe por dónde lo harán.
“Eso ha quedado pendiente con el VMT. Nosotros estamos buscando uno adecuado (para la ruta)”, expuso Miranda.
Tampoco saben hasta dónde llegarán las rutas que vienen de Apopa ni dónde doblarán para volver hacia la 10a Avenida Norte.
Ante todas las dudas que se han generado, el presidente de la ATP insistió en que han estudiado cuáles serían las calles alternativas donde podrían tirarlo; “pero no vemos ninguna, por lo menos las rutas que van para Metrocentro y el Salvador de Mundo creo que se complicarían aún más”, dijo.
Mas costos
Otro de los problemas que resienten los transportistas es que tendrán pérdidas por el tiempo que perderán en hacer cada viaje, además del combustible que gastarán.
Soriano indicó que “los costos que vamos a tener son en tiempo y combustible”.
Puso como ejemplo el recorrido que hace la ruta B, donde el horario es de una hora con 20 minutos, “y hoy lo hará en tres horas”, aseguró.
El representante de ATP sostuvo que a más tiempo esté el motor encendido, más gasto de combustible tendrán.
Lo que esperan es que el VMT haga un plan que beneficie a los transportistas y a la población, aunque insistió “lo veo muy complicado”.
Soriano cree que el VMT aún no tiene un plan definido, porque si así fuera “ya nos los hubieran dado a conocer y no lo han hecho”, dijo.