Los gastos de los viajes al exterior que ha realizado el presidente Mauricio Funes en sus más de cuatro años de gestión siguen estando en la sombra. Aunque le ha puesto reserva a esa información, ha publicado un listado de sus viajes que no dice más que la fecha en la que salió del país y el tiempo que estuvo fuera.
El listado que está publicado en la página oficial de la Presidencia de la República (ver cuadro en página siguiente) está segmentado por años, desde 2009 cuando tomó posesión hasta 2012.
En ese cuadro nada más aparece el año, su nombre y el periodo en que estuvo fuera del país y el número de viajes realizados por año: en 2009 hizo seis, 17 en 2010, nueve en 2011 y ocho en 2012.
El cuadro solo permite saber cuántos días estuvo fuera y en qué periodos se ausentó más. Por ejemplo, siete días entre el 6 y el 12 de agosto de 2010 y ocho entre el 31 de junio y el 7 de julio de 2011.
Pero, de qué sirve saber la fecha si esa no se relaciona con el destino, la finalidad del viaje, cuánto costó al Estado, quiénes viajaron y si se justifica o ameritaba la misión.
La misma información ofrece de las misiones al exterior realizadas por los cuatro exmandatarios anteriores.
Pero la Ley de Acceso a la Información Pública (LAIP) le manda en el artículo 10 que publique un listado de viajes financiados con fondos públicos que incluya: destino, objetivo, valor del pasaje, viáticos asignados y cualquier otro gasto en que se incurra.
Para Roberto Burgos, coordinador de Transparencia Internacional Capítulo El Salvador (ALAC-El Salvador), este es “un paso pero en falso” en el cumplimiento de la ley, pues al ciudadano no le interesa tanto a dónde va o cuándo, sino porqué, cuánto gasta del erario público y si está haciendo un buen uso del mismo, para a partir de allí poder opinar, cuestionar o bien reconocer la buena gestión.
“Elaborar un listado simple de destino y fechas no le permite al ciudadano contar con información relevante que haga valer su derecho de acceso a la información pública y le permita ejercer la contraloría ciudadana”, dice Burgos.
La Presidencia de la República cumple la LAIP solo con los viajes que realizan otros funcionarios incluyendo los del vicepresidente Salvador Sánchez Cerén u otros funcionarios como el secretario de Asuntos Estratégicos, Franzi Hato Hasbún y el Secretario Técnico, Alexander Segovia.
De igual forma publican lo gastado en misiones de otros funcionarios de menor rango, pero no del Presidente ni de su esposa y Secretaria de Inclusión Social, Vanda Pignato.
Esa resistencia lo ha llevado a declarar bajo reserva esa información, según él, por estar relacionada a la seguridad nacional y personal de él y de su esposa. Por tanto, toda “documentación de viajes y logística de seguridad y transporte efectuados por el presidente de la República y la Primera Dama en misiones internacionales” se mantienen bajo reserva total desde el 30 de enero pasado y por cuatro años.
Solo se podrá acceder a esa información pública cuando hayan pasado más de tres años del final de su mandato, es decir, hasta en 2017.
Los argumentos
En su momento, El Diario de Hoy informó sobre la declaratoria de reserva a esa información y pidió a la Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia las razones por las que se había tomado esa decisión, pero nunca llegó respuesta.
El presidente Funes llegó a decir que la información sobre gastos y detalles de los viajes que le requirió la organización Funde, en representación de varios ciudadanos, no se le dio porque “podrían enfrentar algún nivel de riesgo” y que hubo “incluso restricciones de parte del mismo Gobierno de Estados Unidos, del Servicio Secreto, en cuanto a los movimientos que iba a tener como presidente de la República”.
También argumenta que obedece a una recomendación del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE).
La medida de reserva la sustentan en los literales b) y d) del artículo 19 de la LAIP que se establece que se reservará información siempre que perjudique o ponga en riesgo la defensa nacional y la seguridad pública” y aquella “que ponga en peligro evidente la vida, la seguridad o la salud de cualquier persona”.
Pero desde organizaciones que trabajan por la transparencia en la administración pública, le han aclarado al mandatario que no solo es obligación publicar esos datos, sino que nada tienen que ver con la seguridad nacional rendir cuentas de un viaje que ya ha realizado.
Transparencia Internacional Capítulo El Salvador y la Iniciativa Social por la Democracia (ISD) le ha demandado que rinda esos datos, pues al no ser transparente en este caso puede abrirse sospechas de ilícitos.
Burgos recuerda a los funcionarios que los propietarios y titulares de la información pública son los ciudadanos. “Esa información no le pertenece a Mauricio Funes”, dice.
Además del listado con limitada información sobre los viajes del Presidente y los cuatro gobernantes anteriores, la Presidencia, a través de su Unidad de Acceso de Información Pública, ha colgado información sobre los viajes de funcionarios del gobierno anterior entre los que destaca la exvicepresidenta Ana Vilma de Escobar.
En ese listado de 54 viajes internacionales de 2008, figuran nueve viajes de De Escobar a destinos como Nueva Dehli (India), Accra (Ghana), Marsella (Francia), California y Washington (EE. UU.), Doha (Catar), Zaragoza (España), Amsterdam (Holanda) y Lima (Perú).
Mientras que por un lado se prohíbe conocer detalles sobre los viajes y gastos incurridos por Vanda Pignato, la Presidencia sí incluye en ese listado de misiones en 2008 los realizados por Ana Ligia Mixco de Saca, exprimera dama, entre ellos .
Vale aclarar que no se publican costos de boletos o asignación de viáticos tanto para De Saca como para De Escobar.
De la exprimera dama se publican viajes a Washington y Nueva York, entre otras ciudades de EE. UU., Taiwán, Roma (Italia) y París (Francia).
En el documento se detalla, en el caso de De Escobar, que viajó para asistir a eventos como la feria mundial de operadores de terminales portuarias, para contactar con cámaras empresariales y en otras que sólo se justifica como “misión oficial”.
En el caso de De Saca, asistió, según el reporte, a eventos relacionados con la Secretaría de la Familia que ella dirigía o el periodo de sesiones de la junta ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos.