Diez años esperando las escrituras de sus lotes

Pagaron sus propiedades 200 familias, algunas en menor tiempo, pero no obtuvieron sus títulos

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foto edh / omar carbonero

Por Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2013-08-24 7:00:00

Más de 200 familias, localizadas en la comunidad Nueva Esperanza en Nejapa, al norte de San Salvador, demandan las escrituras de sus propiedades adquiridas hace más de 10 años.

Estas personas aseguran que obtuvieron sus lotes, cada uno de ocho por 16 metros de área por un valor de 3 mil 600 dólares. El trato era que este dinero lo pagarían en cinco años, en cuotas de 60 dólares mensuales.

En otros casos, el plazo de pago fue mayor, a 10 años, entregando cuotas de 30 dólares por mes. Sin embargo, a este año la mayoría ya pagó sus lotes, pero no han recibido sus escrituras.

La comunidad Nueva Esperanza está situada en el cantón Galera Quemada, kilómetro 22 y medio de la carretera Anillo Periférico.

Uno de los afectados es José Ernesto Alvarado, quien confiesa que de los 3 mil 600 dólares en que estaba valorado su parcela, pagó 2 mil dólares en una sola cuota y el restante; lo amortizó en dos años.

Luego quiso obtener sus escrituras pero, a la fecha, las sigue esperando.

El proyecto habitacional fue impulsado por la Asociación de Proyectos Comunales de El Salvador (Procomes), una organización no gubernamental radicada en el país que coordina con organismos internacionales para proyectos de bien social, que en combinación con ayuda mutua de las partes interesadas (vecinos o comunidades) desarrolla obras de beneficio social como Nueva Esperanza.

Promesa incumplida

“Nos dijeron que luego de cancelar nuestras propiedades, ellos nos entregarían las escrituras”, dijo Alvarado.

“Nosotros tenemos recibos de todos los pagos que hicimos al banco, en el que se demuestra que hemos pagado la propiedad”, alegó.

Todo iba bien hasta que las víctimas pagaron su última cuota.

El calvario comenzó cuando solicitamos las escrituras y no estaban listas.

Por recomendación fueron a la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (OPAMSS) para conocer el estatus del proyecto en el que habían invertido.

La OPAMSS es la institución encargada de establecer la vocación del suelo y verificar que se cumplan los requisitos para los diferentes usos.

Sin autorización de la OPAMSS

La OPAMSS explicó a los beneficiarios que la comunidad Nueva Esperanza no estaba inscrita en sus libros como zona habitacional autorizada.

Con esta respuesta, Alvarado se fue a la alcaldía de Nejapa en busca de información, pero únicamente se extendió un plano arquitectónico donde estaba ubicada la colonia.

“En la Alcaldía me dijeron que la inscripción del proyecto no estaba en la OPAMSS sino en otra instancia, fuimos ahí y tampoco nos dieron razón. Es decir, se tiran la pelota de una institución a otra”, afirmó el afectado.

Y aunque desde hace siete años el cliente pagó su propiedad, Procomes no le ha entregado las escrituras.

Pero aún en esas condiciones, dice el habitante, la alcaldía de Nejapa les cobra las tasas municipales.

Los usuarios temen que estén frente a una nueva estafa o engaño de parte de las partes involucradas.

Aún con los inconvenientes, la comunidad Nueva Esperanza ha continuado con su proceso de desarrollo para obtener la legalización.

Como resultado, los vecinos han logrado construir una red de caminos, aceras, áreas verde, de recreo, servicios de recolección de desechos sólidos y servicios públicos individualizados, como agua y luz eléctrica, entre otros.

“Tenemos los servicios básicos en la comunidad, el problema es que no nos entregan las escrituras de nuestros terrenos”, destacó Alvarado.

Desde hace siete años, dice el afectado, solo nos han llevado con supuestas evasivas, que ya están por salir los documentos, que todo se va arreglar, pero en eso se la han pasado unos ocho años”, cuestiona el afectado.

El secretario jurídico de Procomes, Carlos Hernández, puntualizó que la entidad desarrolla el proyecto en fases, en el caso de Nueva Esperanza, consta al menos de tres etapas. De estas ya se superaron dos (preparación del terreno y construcción de las viviendas con los servicios básicos) y solo falta la última.

Esta consiste en reunir todos los requisitos que las instituciones del ramo como la OPAMSS, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales; el Centro Nacional de Registros (CNR), con el fin de recibir el visto bueno al proyecto de la OPAMSS.

Uno de los requisitos es presentar un estudio de impacto ambiental, el cual debe ser aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Este trámite se encuentra en manos de Medio Ambiente y se está a la espera de su resolución.

Con el dictamen favorable de Medio Ambiente, se irían a la OPAMSS y si no hay inconvenientes, después al CNR.

Adicionalmente hay otros requerimientos de menor tamaño que se deben cumplir, como la construcción de canaletas para distribución de aguas lluvias y domésticas.

“A fines de este año esperamos tener resuelto este problema”, afirmó el secretario jurídico de Procomes.

El alcalde de Nejapa, Sergio Quijada, afirmó que todavía no se ha inscrito la comunidad en sus registros porque no cuentan con los permisos ambientales, que exigen la construcción de fosas sépticas.

“Nosotros estamos en el proceso de rehabilitar la planta de tratamiento de desechos”, dijo el alcalde.

Quijada agregó que por el momento están construyendo un tanque como un biofiltro para tratar las aguas negras o residuales que se exponen a las quebradas.

“Para este año estamos por presentar el plan de inversión. Espero meterle al biofiltro a partir del siguiente año, si no es con fondos propios, será con recursos de las cooperaciones”, subrayó el edil.

Agregó que no tenía a mano el monto o el presupuesto de inversión en el biofiltro.

Entre tanto el alcalde envió un mensaje a las familias asentadas en la comunidad Nueva Esperanza, que a “la brevedad de lo posible dentro de las posibilidades que tenga la Alcaldía, les vamos a echar la mano”, sentenció el edil.