Plan Medusa, un ensayo que duró pocos días en comunidades conflictivas

En Villa Lourdes y Palos Grandes (Colón) y la residencial Santísima Trinidad ya no hay soldados. Pobladores temen rebrote de violencia tras marcha de militares

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En esta colonia ya no hay presencia ni control militar o policial como parte del Plan Medusa. Vigilantes privados dicen que todo está tranquilo; los vecinos temen que vuelva la intranquilidad. Foto EDH / archivo

Por comunidades@eldiariodehoy.com

2013-08-25 8:00:00

Desde hace aproximadamente dos semanas, en la residencial Santísima Trinidad, en Ayutuxtepeque, ya no hay ni un solo soldado del casi medio centenar que fue desplegado el 11 de julio anterior como parte del Plan Medusa.

Lo mismo ha ocurrido en la residencial Villa Lourdes, en el municipio de Colón, según constató El Diario de Hoy durante un recorrido que se hizo por varias comunidades que formaban parte del referido plan para combatir el auge delincuencial a consecuencia de la presencia de pandillas.

El sábado 13 de julio, el ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Perdomo, hizo un recorrido por varias comunidades de Colón.

La primera comunidad en ser visitada fue precisamente Villa Lourdes, en cuya entrada estaba apostado un carro blindado del Regimiento de Caballería.

El jueves a media tarde, en esa comunidad no había militares patrullando las calles y menos había carros blindados.

Durante el recorrido, solo fue visto un pick-up de la Policía Nacional Civil (PNC) con tres agentes abordo.

Otro tanto ocurrió con el cantón Palos Grandes, una zona dominada también por el Barrio Dieciocho, donde impera la clica Londres Locotes, según indican gigantescos grafitis pintados en muros de la comunidad en los que incluso aparecen varios alias, supuestamente de pandilleros que integran la clica.

Palos Grandes es una comunidad donde el Barrio Dieciocho ha cometido varias masacres, una de las más recientes fue la de cuatro personas, entre éstas un niño de cuatro años, originarias de una zona rural de San Luis Talpa, La Paz.

Un mes después, en esa misma lotificación fueron asesinados dos pandilleros que supuestamente habían participado en el cuádruple homicidio, cometido el 1 de octubre de 2012.

El Diario de Hoy intentó tener la versión de los jefes policiales de la delegación de la PNC de Lourdes; sin embargo, no fue posible, pues el equipo periodístico se tuvo que retirar luego de esperar alrededor de 30 minutos a que el jefe de operaciones concediera una entrevista.

¿Ofensiva contra los 18 Revolucionarios?

No obstante, se obtuvo información de fuentes de esa delegación, quienes aseguraron que el Plan Medusa continuaba en ejecución.

El referido plan, según la fuente policial de la referida delegación, se ejecuta en el centro del municipio, específicamente en la franja territorial que domina el Barrio Dieciocho de la llamada tendencia Revolucionaria.

Esta tendencia es la que no está alineada con las directrices del cabecilla nacional de esa agrupación delictiva, Carlos Ernesto Mojica Lechuga, alias Viejo Lin.

Lo afirmado por la fuente se puede corroborar con documentos policiales referentes a la ejecución del Plan Medusa en el municipio de Colón.

Un mapa del municipio señala que el despliegue de militares acompañados de un agente policial se ha hecho únicamente en el territorio de la pandilla Dieciocho. (Ver fotografía).

De acuerdo con la fuente policial, hasta antes de echarse a andar el Plan Medusa, esa tendencia continúa haciendo incursiones en territorios dominados por la pandilla rival, lo cual derivó en un aumento de casos de homicidios.

Las invasiones, señaló, no eran una simple búsqueda de mareros rivales para asesinarlos, sino que el propósito era arrebatar territorios.

Eso motivó a miembros de la mara Salvatrucha a enviar a una anciana a que comprara en una ferretería una gran cantidad de pintura en spray, según dijeron. Al siguiente día, según la misma policía, los territorios dominados por la MS amanecieron con gigantescos grafitis, en una acción de demarcar sus territorios.

Ausencia militar en Ayutuxtepeque

La residencial Santísima Trinidad, otra de las comunidades en las que se implementó el supuesto Plan Medusa, también es dominada por el Barrio Dieciocho de la tendencia Revolucionaria.

Ese sector, en los últimos días de junio y primeros días de julio fue escenario de varios asesinatos.

En la primera semana de implementación del Plan Medusa, dos columnas de militares del Regimiento de Caballería patrullaban continuamente la calle principal de esa comunidad de Ayutuxtepeque.

En la entrada y salida de esa residencial, otra patrulla de soldados hacían registros a peatones y pasajeros del transporte público.

Por la tarde del jueves anterior, durante un recorrido por esa residencial, el retén militar-policial ya no estaba. Tampoco fue visto soldado alguno ni policías.

La única seguridad que existe en esa residencial es la que, supuestamente, brindan varios vigilantes de una empresa privada.

Estos agentes afirmaron a El Diario de Hoy que desde hace aproximadamente 15 días los soldados salieron de ese sector y no han vuelto.

“La policía viene más seguido. Dos o tres veces al día. Antes no venían”, indicó un vigilante, quien también aseguró que a pesar de que los militares se han marchado, hay bastante tranquilidad en la zona.

De acuerdo con el vigilante, tras el despliegue y repliegue militar, la mayoría de miembros de la pandilla Dieciocho se marchó de la comunidad.

Sin embargo, una residente de ese lugar indicó que varios miembros de pandillas han comenzado a llegar nuevamente a la comunidad, por lo que temen que vuelva la inseguridad en la que vivían antes de que medio centenar de militares llegaran a patrullar las calles.