Indagan la muerte de 21 tortugas en 15 días

El MARN cree que la causa ha sido una concentración de microalgas en aguas profundas

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Técnicos de Protortuga, Guatemala, hicieron la necropsia de esta baule y tomaron muestra de tejido. Foto EDH / ARCAS

Por Lilian Martínez nacional@elsalvador.com

2013-08-09 8:00:00

¿Barcos, algas o contaminación? Cualquiera que sea la causa por la que 21 tortugas han aparecido muertas en dos playas de Ahuachapán en un lapso de 15 días, el hecho no ha pasado desapercibido.

Conservacionistas sospechan que la pesca industrial es la causa, mientras que técnicos del MARN indagan si una concentración de algas 80 millas náuticas mar adentro ha originado el fenómeno.

Michael Liles, de la Iniciativa Carey del Pacífico Oriental (Icapo), confirmó que las autoridades se han comunicado con quienes trabajan en proyectos de conservación para pedir que notifiquen cualquier hallazgo. “Creo que ellos quieren llegar y tomar muestras de tejido para analizarlo”, afirmó.

Enrique Barraza, del MARN, explicó que el tejido de las tortugas será analizado en un laboratorio de la Universidad de El Salvador y que también se analizarán muestras de agua para determinar la presencia de toxinas.

En julio, en la bahía de Jiquilisco, Liles registró tres muertes de tortugas carey. Él confirma que la toxicidad de algunas algas puede matar a las tortugas, pero cree que mueren más a causa de los barcos que las golpean o las atrapan en sus redes.

“La amenaza mayor son los barcos industriales que andan ahí en frente (de la playa). Digamos que unas 20 o 10 salen a la costa muertas por una marea roja, eso es como una semana típica con los barcos camaroneros”, afirma.

Las muertes que han puesto en movimiento a los técnicos del MARN ocurrieron en dos playas de Ahuachapán: Bola del Monte y Garita Palmera. El gerente de Vida Silvestre, Néstor Herrera, explicó que en lo que va del año se han registrado 41 muertes de tortugas, de las cuales las registradas en estas playas equivalen al 50 %. Herrera detalló que la mayoría de varamientos ocurre entre julio y octubre, por lo que la cifra puede aumentar.

Indicó que las causas son múltiples. Entre los casos registrados hay cuatro víctimas de pesca incidental y seis con problemas renales.

Un fenómeno regional

Bola del Monte y Garita Palmera están cerca de la frontera con Guatemala, donde la Comisión Nacional de Áreas Protegidas lleva registradas 80 tortugas muertas.

Desde la primera semana de julio, 54 tortugas fueron reportadas por la Asociación Rescate y Conservación de Vida Silvestre (Arcas) del vecino país.

Los hallazgos ocurrieron en las playas: La Barrona, Las Lisas, Chapetón y Hawai. Entre los especímenes había 46 tortugas parlamas (Lepidochelys olivacea), siete tortugas negras (Chelonia mydas agazzisi) y una tortuga baule (Dermochelys coriacea).

“La pérdida de estas dos últimas especies es especialmente doloroso dado su estado en peligro crítico de extinción”, comentó la asociación en su página de Facebook.

Desde esta asociación se señala que los casos coinciden con la presencia de barcos camaroneros en aguas marítimas frente a las playas guatemaltecas mencionadas.

“Está bien documentado que la práctica de la pesca de arrastre es una amenaza para las tortugas marinas”, afirman. Por ello, se preparan para pedirle al gobierno que haga frente a la mortalidad de tortugas y vigile los barcos camaroneros, para determinar su impacto en las poblaciones de tortugas marinas.

De ser necesario, pedirán que se establezca una veda para proteger a las tortugas en su periodo de reproducción.

En otro punto de Centroamérica, el 7 de agosto, la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica declaró inconstitucional la pesca de arrastre.

Los magistrados consideraron que se ha demostrado científicamente que esta técnica “provoca serios daños al ambiente marino, debido a la cantidad de fauna marina que incidentalmente es capturada pero no es utilizada”.

El director de la Fundación Zoológica de El Salvador (Funzel), Rodrigo Samayoa Valiente, considera urgente determinar la causa de la muerte de los quelonios.

La última muerte reportada por Funzel corresponde a una tortuga golfina adulta, que fue encontrada en la Barra de Santiago. Al hacerle la necropsia, se encontró que la tortuga tenía una infección en los riñones. “Yo creo que tenemos un problema de contaminación muy fuerte”, advirtió Samayoa Valiente.