Hurtan computadoras en escuela de Tacuba

La pérdida asciende a 800 dólares, dijeron autoridades educativas

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Los hampones siempre dañan puertas, cerraduras y malla ciclón para irrumpir en los centros escolares y hurtar. Foto EDH / archivo

Por Roberto Díaz Zambrano comunidades@eldiariodehoy.com

2013-08-20 7:00:00

AHUACHAPÁN. Los centros escolares en la zona rural son los más vulnerables a los saqueos, pues no cuentan con medidas de seguridad idóneas para resguardar el material didáctico y el equipo que se utiliza para brindar las clases.

La última escuela que ha sido víctima de los hampones fue el centro escolar del caserío El Jícaro, en el cantón Sunca, en Tacuba.

El hecho ocurrió entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, cuando caía en la zona una fuerte lluvia.

Los delincuentes ingresaron a la escuela y se llevaron dos computadoras y material didáctico, entre otras pertenencias de los alumnos y docentes.

Para cometer el delito, los sujetos escalaron la malla ciclón de la institución educativa y rompieron la cerradura de la puerta del aula donde se encontraba el equipo informático.

Cada una de las máquinas estaba valorada en 400 dólares.

El descubrimiento del hurto fue hasta el pasado lunes, cuando la directora llegó a la escuela y se percató del daño en la cerradura de la puerta del aula.

Luego descubrió que las máquinas que servían para los 350 alumnos que reciben clases en la institución tampoco estaban.

Una maestra, quien pidió el anonimato, aseguró que la compra de las computadoras había sido gracias al esfuerzo de los padres de familia.

“No es justo que los padres de los niños, que apenas tienen lo básico en su casa, se esfuercen para comprar el equipo para sus hijos y vengan gentes inescrupulosas a llevárselas”, manifestó la docente.

Por su parte, los padres de familia también lamentaron lo ocurrido; pues, aseguraron que ahora sus hijos ya no podrán aprender a utilizar equipo informático, porque no tienen el recurso para reponerlas de inmediato.

“Es una pena que los niños ya no vayan a aprender a usar la computadora por gente que le gusta lo ajeno”, expresó Maximiliano García, padre de familia.

Los casos son denunciados en la Policía Nacional Civil (PNC). Sin embargo, es común que en ninguno se reporten detenciones.

En los saqueos, los hampones no solo suelen llevarse equipo informático, sino también arrasan con paquetes alimenticios que servirán para los refrigerios de los niños. También aprovechan para tomar instrumentos musicales y electrodomésticos.

Para ello, arruinan parte de la infraestructura de los centros educativos.

Lo más común, por ejemplo, son los cortes a la malla ciclón, destrucción de cerraduras de las puertas, quiebra de láminas o corte de las defensas en las ventanas.

Los padres de familia y docentes de las diferentes instituciones afectadas no solo en Ahuachapán, sino a nivel nacional, coinciden en que las acciones de las autoridades son limitadas o nulas.

Por ello, piden al Ejército que brinde refuerzos en especial en las zonas rurales y sobre todo los fines de semana, cuando los centros escolares quedan sin ningún tipo de vigilancia.

“La mayoría de hurtos en las escuelas se dan los sábados y domingos, cuando no hay nadie; pues, por el limitado recurso que hay no se puede pagar a un vigilante y mucho menos construir muros seguros para evitar que los delincuentes ingresen”, expresó Carlos Rosales, habitante de Tacuba.