Durante los últimos 10 años, 60 familias fueron beneficiadas con la construcción o mejoramiento de viviendas en la zona costera de Conchagua, de parte de la Fundación Tamarindo.
En el proyecto de apoyo a familias que viven en extrema pobreza, Fundatamarindo ha invertido aproximadamente 30 mil dólares, según Cesar Carranza, coordinador de la institución.
Asegura que el proyecto consiste en edificar viviendas de dos clases. La primera es la construcción de casas provisionales a base de lámina, para las personas que viven a orillas del mar.
La otra forma son las de concreto, para los que tienen terreno propio.
Carranza dijo que “en éste año se han hecho cuatro casas, dos de concreto y las otras de láminas”. Actualmente terminan de construir una vivienda.
Dora Molina es una madre soltera, quien junto a sus tres hijos sobrevive de la venta de mariscos. Reside en caserío Maculis del cantón El Jagüey y sus escasos recursos económicos le imposibilita mejorar su rancho.
Molina dice que cada vez que llueve por la noche el agua entra y se mojan, pero esa pesadilla está por terminar, pues la fundación les está construyendo una pequeña casa.