LA UNIÓN. El martes por la tarde, los habitantes de La Unión se llevaron un gran susto al observar como tras una tormenta fuerte, que duró 30 minutos, muchas calles se inundaron y generaron algunos problemas de tránsito vial y a los peatones.
La situación ha causado alarma en las autoridades edilicias y la misma ciudadanía, que aseguran que por suerte y gracia de Dios, ese día, a la hora de la tormenta, no había marea alta que impidiera la salida de toda el agua de la ciudad hacia la bahía de La Unión.
“En caso de una marea alta y una tormenta como esa tendríamos un panorama desolador e incluso un potencial peligro de pérdida de vidas humanas”, aseguró el alcalde unionense, Ezequiel Milla.
Agregó que el tema de los drenajes es responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas y de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Anda).
Sin embargo sostiene que ninguno ha hecho una inversión en el tratamiento de las aguas lluvias y negras de la ciudad, las cuales desembocan en la bahía de La Unión.
A ello se suma que el sistema de drenajes tiene 60 años de haber sido construido y buena parte de este, además de haber cumplido su vida útil, está azolvado.
Dijo que el problema de las inundaciones tiene que ver con la cantidad de agua que llega a las alcantarillas, pues no solo captan el agua de la cabecera, sino también “toda la corriente que baja desde el cerro de Conchagua”.
Asegura que es preocupante que no hay indicios de una solución a dicho problema y reitera lo sucedido el martes.
“En media hora cayó una fuerte tormenta dejando todas las calles inundadas. Gracias a Dios que la marea estaba baja, porque de lo contrario les aseguro que se hubieran registrado grandes inundaciones en viviendas, negocios y otras infraestructuras y también pérdidas en vidas humanas”.
Sobre eso, Ever Funes, jefe de la Unidad Ambiental de la comuna unionense, dijo que el martes colapsaron los drenajes de la ciudad debido a la cantidad de agua que cayó y a que la capacidad que tienen los tragantes fue superada.
“Si la marea hubiera estado alta es posible que se registrara otro escenario, no solo de las calles inundadas. Recuerde que baja el agua de la parte alta de Conchagua”, señaló.
Funes dice que entre las comunidades que serían directamente afectadas están las que se ubican a orillas de la bahía, así como “los sectores del barrio Concepción, Campo Villalta y La Playa “.
Raul Castro, presidente de la Cámara de Comercio filial de La Unión, dice que en la época en que se construyó el drenaje solo fue diseñado para darle cobertura a la calle Circunvalación, abarcando los barrios Concepción, El Centro y Honduras.
Sin embargo, la ciudad creció y con ello la demanda de un mejor drenaje.
Según Castro, se requiere de una inversión de 17.5 millones de dólares para cambiar el drenaje, eso según algunos estudios que ha realizado una empresa privada que tenía miras de inversión en proyectos de energía eléctrica en La Unión.
“Nos expusieron en una oportunidad que se requería de esa inversión millonaria, pero solo para el área del casco urbano, es decir, comprendiendo todo el centro y barrios cercanos, no así a colonias y comunidades ubicadas en el área semiurbana”, agregó Castro.
Residentes en La Unión aseguraron que la tormenta del marte los tomó por sorpresa y que es preocupante que los drenajes de la cabecera no tengan capacidad de absorción, más si se ubican en un escenario en el que el mar esté llenando.
Carlos Villalta es uno de esos habitantes. Dice que “en cuestión de media hora nos dimos cuenta la grave amenaza que tenemos con las tuberías de drenaje de la ciudad. En otra tormenta fuerte y que haya una marea llena le aseguro que sería un caos de viviendas y edificios inundados, así como (pérdidas de) personas que lamentar”.
Agregó que “el gobierno central debería de preocuparse en buscar dinero para empezar a invertir e ir cambiando las tuberías en las áreas de mayor necesidad, por el bien de la ciudad y su desarrollo”.
Precisamente sobre ese tema, el edil Milla retoma que no es posible tener una ciudad con un moderno puerto, pero sin prestar la importancia a la seguridad de sus habitantes en materia de amenazas y riesgos por desastres naturales.
Ciudadanos de La Unión sostienen que las tuberías de drenaje tienen ocho pulgadas de diámetro, pero de esas, tres cuartos del diámetro en su interior están azolvadas por el sedimento.
Lo reitera Castro, quien tiene una empresa dedicada a la limpieza de drenajes.
Otros residentes aseguraron que la ciudad es vulnerable a inundaciones y que si no se trabaja en el tema del azolvamiento de los drenajes pueden haber desgracias que lamentar.
Esperan que las autoridades tomen la palabra y atiendan las necesidades de los ciudadanos, que en este caso es su seguridad.