APOPA. Una rastra que transportaba pollos preparados perdió los frenos y cayó en un barranco de aproximadamente unos 20 metros de profundidad en el redondel Integración el jueves por la noche.
Según una de las personas que viajaba en el vehículo, el conductor desde varios metros antes quiso compresionar o frenar y los frenos no le respondieron.
El vehículo accidentado era manejado por Ángel Ramos, de 48 años, y su acompañante Marco Posada, de 20, quien resultó ileso milagrosamente.
Un socorrista manifestó que el conductor de automotor fue trasladado a un hospital gravemente herido.
Luego de rescatar al conductor y a su acompañante, los socorristas tuvieron que evacuar la zona, pues el derrame de combustible hacía suponer una posible explosión. Más aún, cuando el vehículo en el fondo del precipicio se encontraba encendido con más de 200 galones de diésel, lo que amenazaba con una tragedia peor.
Pero en este accidente no todo fue tragedia, pues los pobladores de las zonas aledañas acudieron al barranco para extraer el producto.
Una de las vecinas manifestó que el accidente, aparte de los daños causados fue una bendición para ellos, pues sintieron que el pollo les cayó del cielo.
“Con este pollo que llevamos pensamos que tendremos para comer bastantes días, por lo que no habíamos comido todo el año”, afirmó una ama de casa.
“Esta es una bendición que Dios nos puso”. Unos se llevaron las pechugas, otros las piernas y los que más tarde llegaron alcanzaron los menudos del ave.