Más de 2,200 lesionados por violencia criminal en seis meses

Un informe de la Policía detalla que 2,219 personas han sufrido algún tipo de lesión por arma de fuego, blanca o contundente, en hechos violentos registrados durante el primer semestre de este año.

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Oficiales de la Policía señalan que no por el hecho de haber disminuido los asesinatos se ha reducido la violencia criminal.

Por David Marroquín nacional@eldiariodehoy.com

2013-08-04 8:00:00

Contrario a la baja que según las autoridades de la Policía han tenido los homicidios, se ha registrado un incremento en los lesionados por la violencia criminal en el primer semestre de este año, según las estadísticas de la Policía Nacional Civil (PNC).

Los registros de la Policía detallan que 2,219 personas resultaron heridas con arma de fuego, blanca o contundente en algún hecho criminal que se registró entre el 1 de enero y el 1 de julio de este año.

Estas cifras reflejan que 26 personas más sufrieron algún tipo de lesión en hechos derivados de la violencia en este semestre pasado con relación al mismo período del año pasado en el que se tuvieron 2,193 casos de lesiones.

Lo anterior, de acuerdo con oficiales de la Policía consultados, demuestra que la violencia criminal sigue con índices altos y no necesariamente porque los asesinatos han bajado también la violencia se haya reducido.

“Hay que recordar que las lesiones es la antesala de los homicidios, pero siempre es parte de las manifestaciones de la violencia criminal de las pandillas, tenemos el doble de víctimas con relación a las personas asesinadas”, dijo un oficial de la Policía que prefirió no ser identificado.

Las cifras policiales detallan que la zona oriental registra la mayor cantidad de lesionados, 612 personas, seguida de la región metropolitana de San Salvador, en la que hubo 588 heridos a raíz de hechos criminales, la zona paracentral, donde se registraron 441 casos; occidente, con 336 lesionados y la región central aparece con un saldo de 242 heridos.

“Estas personas que resultaron heridas se salvaron de haber sido asesinadas porque la intención de los atacantes era quitarles la vida, aunque algunas de ellas no tienen mayor suerte y mueren ya sea días, semanas o varios meses después por las graves heridas que recibieron”, señala el oficial.

Agregó que en la mayoría de los casos en los que la persona que ha sido lesionada muere posteriormente, las autoridades policiales ya no lo registran como homicidio y es ahí donde surgen las diferencias con respecto a los datos que maneja el Instituto de Medicina Legal.

Los sectores con mayores manifestaciones de violencia corresponden a los departamentos de San Salvador, La Unión, Morazán, San Miguel, Santa Ana, La Paz, Usulután, Ahuachapán, entre otros, según el informe de la Policía.

En el mismo reporte se detalla la cantidad de casos de homicidios múltiples que se han registrado entre enero y junio de este año.

Las autoridades policiales reportan el cometimiento de 61 homicidios múltiples para este primer semestre en los que 134 personas murieron a raíz de esos ataques.

Se detalla que 52 de los casos corresponden a dobles homicidios, seis de los hechos registrados fueron triples asesinatos y tres casos en los que asesinaron a cuatro personas en un mismo ataque.

Para esta fecha del año pasado se llevaban 97 casos de múltiples homicidios, de los cuales 81 correspondieron a dobles homicidios que causaron 162 víctimas, 15 triples con un saldo de 45 asesinados y un quíntuple homicidio.

La mayoría de los homicidios múltiples se los atribuye la Policía a las pandillas por distintas motivaciones, entre éstas las vendettas que todavía mantienen estos grupos, pese al pacto de no agresión.

Aumentan otros delitos

Otros de los rubros delictivos que experimentaron un aumento considerable en el primer semestre de este año son los robos de vehículos.

Las cifras policiales reflejan un incremento del 15 por ciento con relación al mismo período de 2012.

Estos datos que maneja la Policía detallan que 1,739 vehículos fueron robados por las bandas delincuenciales en los primeros seis meses de este año; mientras que el año pasado las cifras llegaron a 1,573 autos robados.

El incremento anterior corresponde al robo de 166 ve- hículos más que el año pasado.

En la mayoría de los casos, los ladrones aprovecharon de que los autos estaban estacionados en un sitio público para abrirlo y luego robárselos.

Pero no solo el robo de autos ha tenido un aumento en este semestre pasado, sino que también el robo de furgones o camiones que transportan mercadería de distinto tipo y la cual es el principal objetivo de los delincuentes.

Además se tienen incrementos en los casos de violaciones sexuales, la mayoría en menores de edad; y en los secuestros, en su mayor parte cometidos por las pandillas.

La totalidad de delitos que registra la Policía en el primer semestre de este año alcanza los 14,247 hechos, lo que representa una disminución de 912 casos delictivos con respecto al año pasado en el que hubo 15,159 delitos denunciados.

El informe semestral también contiene el comparativo que se ha hecho del comportamiento delictivo un año antes de la llamada tregua entre pandillas y el primer año del referido pacto.

Antes de que las pandillas acordaran no seguirse agrediendo se puede notar que los delitos como homicidios, feminicidios, desaparecidos, extorsiones y los robos tuvieron un incremento considerable.

Al hacer la comparación con el primer año de la medida se tiene que esos delitos tuvieron un descenso de acuerdo a los datos de la Policía.

Ministro destaca baja de homicidios

El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Perdomo, destacó la reducción que han tenido los homicidios este año, aunque reconoció la racha de asesinatos que se registró en los primeros días de julio pasado.

En los 31 días de julio se registraron 252 asesinatos, lo que reflejó 79 muertes más con respecto al mismo mes del año pasado, en el que 173 personas perdieron la vida en algún hecho delictivo.Lo anterior significa que el mes pasado, julio, tuvo un promedio de 8 asesinatos por día.

Perdomo reconoció que durante el julio se tuvo una “situación excepcional” en la que los homicidios se dispararon y hubo necesidad de que la Policía y la Fuerza Armada redoblaran esfuerzos para poder frenar el embate criminal que en su mayoría causó la muerte a personas ajenas a las pandillas.

“Hay que ver que las lesiones muchas veces no necesariamente son debidas a la acción de las pandillas hay violencia también del crimen organizado, de la narcoactividad y algo que si es preocupante la violencia social intrafamiliar”, dijo Perdomo.

Inseguridad afecta desarrollo económico: ANEP

El director ejecutivo de ANEP, Arnoldo Jiménez, sostuvo que la inseguridad ciudadana que se vive actualmente en el país es uno de los factores que no permite que haya crecimiento económico, que no exista inversión extranjera ni local y que no se pueda generar empleos.

Cree que la política de seguridad pública que se supone ha implementado este gobierno ha generado desconfianza en todos los sectores productivos del país, porque según Jiménez, no se ha actuado con transparencia con la llamada tregua pandilleril.

Sostuvo que se esperaba de que el gobierno hubiese sido más transparente en revelar las cifras de la criminalidad, pero, según Jiménez, no es callando a las instituciones para evitar que se conozca la realidad delictiva como es que se va a poder resolver el problema del crimen en El Salvador.

“Hay muchas dudas que surgen por medio de una política donde se mira claramente que las autoridades oficiales están en comunicación, están negociando con los cabecillas de las pandillas, ellos están teniendo privilegios y esto pone en duda que se adopte una política que vaya orientada a proteger a las víctimas, de proteger a los ciudadanos”, dijo Jiménez.

Uno de los más fuertes críticos de la tregua entre las pandillas ha sido el fiscal general Luis Martínez, quien le ha llamado “pacto hipócrita”. Sostuvo recientemente que la seguridad de la familia salvadoreña no se mide con base al número de capturas de criminales, ni con la cantidad de delincuentes en las cárceles, ni por el número de policías o militares en las calles, “se mide precisamente con el bienestar y la tranquilidad que percibe y siente la familia, los trabajadores, las mujeres, los niños y los jóvenes en las calles”.