LA UNIÓN. La culminación de la construcción de la primera etapa del asilo Jesús Nazareno, en la colonia Santa Mónica, de Conchagua, es incierta, debido a la falta de dinero.
La obra presenta un 90 por ciento de avance y actualmente, en la parte que ha sido habilitada, alberga a 14 ancianos.
La obra ha sido respaldada desde sus inicios por un comité de apoyo, cuyos miembros han mostrado su preocupación porque no hay dinero para finalizar la estructura.
Yanet de Macay, miembro del comité, aseguró que la inversión que han hecho en el inmueble ronda los 125 mil dólares y que la mayor parte del aporte que han recibido ha sido con la conexión de servicios.
Cita como ejemplo que una distribuidora de energía les donó conexiones del servicios, mientras que la municipalidad de Conchagua cubrió los gastos de la introducción de agua potable.
El asilo funciona desde el 14 de agosto del año pasado en las actuales instalaciones, pese a que aún falta finalizar la estructura. Entre las obras que todavía no se culminan están los baños de dos pabellones.
Macay confirmó que el asilo lo administra la iglesia San Carlos Borromeo y el comité de apoyo. Reiteró la preocupación por los fondos para terminarlo e hizo un llamado a la población y empresas privadas que se unan colaborando, ya sea en efectivo o en materiales que se necesitan.
“Necesitamos el equipamiento de la clínica, el área del parqueo, luminarias, una refrigeradora, terminar de equipar la cocina, construir otros baños, necesitamos tanque de oxígeno y nebulizador para terapias para los ancianos”, dijo de Macay.
El proyecto inició el año pasado en un terreno de una manzana de extensión que fue donado por un empresario. En el lugar había una casa abandonada de la que solo las paredes lograron recuperar.
La construcción ha tenido un gran avance gracias a la colaboración de empresarios locales y de otros lugares del país, también de las actividades que hace el comité para recaudar fondos y del apoyo de organizaciones de salvadoreños residentes en el exterior.
Según los administradores, el asilo necesita cada mes un presupuesto de unos tres mil dólares para el pago de planilla de siete empleados, alimentación, energía eléctrica, pañales desechables, medicamentos y otros.
Instaron a la población de buen corazón a que en caso de poder y querer colaborar se acerquen a las instalaciones del asilo y de antemano agradecen el apoyo de los salvadoreños.
“Estamos sin dinero y nos urge que la población y las empresas nos apoyen para terminar esta etapa”, dijo de Macay. Agregó que uno de los requisitos que deben llenar los ancianos para ser albergados es no tener familia.