SANTA ANA. El hurto de parrillas y tapaderas en los sistemas de aguas lluvias y servidas, sigue generando serias complicaciones en diferentes puntos de la ciudad.
En el caso de las primeras, la alcaldía intentó sustituir algunas de hierro por otras hechas de cemento; pero, debido al peso de los automotores, éstas se dañaron con rapidez.
En noviembre del año pasado, la gerente de mantenimiento de la alcaldía municipal, Beatriz de Delgado, aseguró que intentarían buscar una alternativa diferente para solventar la situación del hurto y del mal estado de las tapaderas de aguas lluvias.
“La alcaldía ha iniciado un estudio para evaluar un nuevo material para elaborar tapaderas y parrillas que no sean de hierro ni cemento para evitar que estas sean robadas o quebradas”, aseguró De Delgado, en esa ocasión.
Hasta la fecha, el cambio de tapaderas no se ha hecho efectivo ya que según el gerente general de la alcaldía municipal, Francisco Castillo, la comuna se encuentra evaluando el tipo de material que varias empresas han ofrecido para llevar a cabo este proyecto.
“Ahorita hemos colocado tres tapaderas en diferentes puntos de la ciudad para evaluar su rendimiento. En las próximas semanas vamos a hacer el cambio de unas 75 tapaderas y parrillas que serán algunas de cemento y las otras que serán de plástico”, dijo el gerente general, sin entrar en mayores detalles.
En el caso de las de cemento, aseguró que serán colocadas donde hay poco tráfico vehicular para evitar que se deterioren con facilidad. Mientras que en las zonas concurridas, éstas podrían ser de un plástico que está siendo probado, actualmente.
Espera
Ciudadanos consultados externaron esperanzas de que las palabras se concreticen pronto; pues la situación se ha vuelto peligrosa en las últimas semanas, debido a que las fuertes lluvias de los últimos días hicieron que varios tragantes colapsaran generando inundaciones y afectando el paso vehicular y peatonal en varias zonas.
Además, se volvieron propicios para ocasionar accidentes a los transeúntes, que correo el riesgo de caer en estos agujeros.
“Si uno no conoce las calles, fácilmente puede caer en uno de estos tragantes; y hasta perder la vida”, reconoció Carlos Cisneros, santaneco residente en la colonia Santa Lucía, un sector donde el hurto de tapaderas es el pan diario.
El centro histórico de la Ciudad Morena es otro de los puntos donde el mal estado y la ausencia de este tipo de estructuras es bastante preocupante, sobre todo si se toma en cuenta que la municipalidad está buscando impulsar el turismo local.
Para el ciudadano Marvin Contreras, la alcaldía tiene que resolver el problema de las tapaderas de tragantes y alcantarillas cuanto antes; para prevenir que ocurra alguna tragedia.
“No es posible que se le quiera dar un cambio de imagen a la ciudad y cuando uno camina por las calles del centro se tope con mínimo diez tragantes sin tapadera y tengamos que saltar sobre ellos para poder esquivarlos”, dijo.