“Quien ya está pensionado no tiene de qué preocuparse”. Estas fueron las palabras que usó la presidenta ejecutiva de la AFP Crecer, Ruth de Solórzano, para explicar lo qué pasaría con los jubilados si el Gobierno decidiera derogar el decreto 100, aprobado en 2006.
Según el artículo 21 de la Constitución de la República, “las leyes no pueden tener efecto retroactivo”, por lo que no podría eliminarse la pensión vitalicia para unas 8,000 personas que ya se jubilaron y que forman parte de un total de 130 mil amparadas en el decreto.
“Quien ya está gozando de su pensión tiene derechos adquiridos, por lo tanto debe estar tranquilo”, dijo.
De Solórzano entiende que si el decreto 100 se derogara serían los futuros pensionados los que ya no podrían exigir una pensión de por vida, sino que tendrían que sujetarse a las nuevas disposiciones que establezca el Ministerio de Hacienda. La idea del titular de esa cartera de Estado, Carlos Cáceres, es que a todos los jubilado optados se les dé una pensión de acuerdo con lo que ahorraron en sus cuentas personales. Al terminarse los fondos pasarían a recibir una pensión mínima.
Cáceres dijo el lunes pasado, en la comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa, que el tema es muy delicado, sobre todo por estas 8,000 personas que ya están ejerciendo su derecho a la pensión. “Debemos analizar cómo hacemos con estas personas que ya tienen sus derechos adquiridos”, dijo el funcionario.
Otro grupo de 13 mil personas que optaron por pasarse al sistema privado de pensiones, pero que no está amparado en el decreto 100, recibe su pensión de acuerdo con los años de expectativa de vida.
Para el caso de los jubilados que reclaman que su pensión terminará muchos años antes de que fallezcan, Ruth de Solórzano aseguró que la solución está en la rentabilidad.
Estas personas no estarían preocupadas de que se les acabaran sus fondos si éstos ganaran buenos intereses. “Lo que ellos necesitan en su cuenta es hacer crecer su rentabilidad”, dijo.
Por su parte, los representantes de la Asociación de Pensionados del Sistema de Ahorro para Pensiones (APSAP), que han solicitado a la Asamblea que se les integre al sistema de pensión vitalicia, no quisieron opinar sobre las declaraciones de Cáceres, pues aseguraron que todavía están analizando el tema.
Habrá cambios
Lo que sí es un hecho es que las pensiones futuras serán modificadas en los próximos años, y no precisamente para mejorar.
Cáceres dijo el lunes a los diputados que “lamentablemente” las reformas que se están planteando no aumentarían los beneficios.
El superintendente del Sistema Financiero, Víctor Ramírez, dijo hace varias semanas que las reformas en las que se está trabajando buscan darle “sostenibilidad fiscal” al sistema, para que no colapse en un futuro próximo.
De Solórzano llamó de nuevo a la calma a los pensionados y reiteró que, si bien es cierto hay reformas que el Gobierno estudia, éstas no contemplarían una disminución de beneficios para las personas que ya se jubilaron.
Para ella el país está lejos de tomar medidas como las de Grecia, que debido a su situación fiscal tuvo que aumentar los años de jubilación.