La autopista al aeropuerto Internacional de El Salvador ha sido escenario, en las últimas semanas, de varios asaltos que han dejado como saldo varios muertos (entre víctimas y delincuentes) así como pérdidas materiales.
Entre las víctimas más recientes hay más de una docena de empleados de una aerolínea, quienes viajaban en un microbús de transporte de personal y fueron asaltados por varios sujetos en el kilómetro 22, en Santo Tomás.
Fuentes policiales informaron que, alrededor de las 7:00 de la noche, del 4 de junio anterior , los delincuentes viajaban en un pick up y colisionaron a propósito con el microbús de reparto de empleados.
Cuando el chofer se bajó a verificar los daños, los ladrones también salieron del automotor y aprovecharon para abordar el microbús empresarial y despojar a las víctimas de sus pertenencias, a punta de armas, aunque nadie resultó herido.
Algunos afectados relataron que no solo perdieron sus prendas de valor, sino que el atraco les generó contratiempos para sus actividades laborales y por ende a la empresa aérea que los tiene contratados, porque les quitaron los documentos de uso diario como pasaportes y carnés de identidad.
Las víctimas se vieron obligadas a reponer los documentos y la aerolínea tuvo que reorganizar de emergencia los turnos de trabajo de sus tripulantes de cabina, a fin de no cancelar vuelos, pues las víctimas, sin documentos personales, no pueden viajar.
En esa ocasión, agentes de la Policía manifestaron que tras ser alertados del hecho realizaron un operativo de búsqueda de los delincuentes, pero no los localizaron.
Tres días después del hecho, el pasajero de un autobús de la Ruta 302, que circula entre San Salvador y Usulután, mató a balazos a dos asaltantes e hirió a otro en su intento por frustrar un robo.
Al momento del hecho, la unidad de transporte circulaba por el kilómetro 27 de la carretera hacia el aeropuerto, en Olocuilta, La Paz.
El incidente ocurrió a las 2:00 de la tarde, en la parada de buses conocida como La Cima. Los usuarios de la ruta se dirigían desde la zona oriental hacia la capital.
Dos semanas después, el 18 de junio, una mujer y dos hombres, entre ellos un adolescente, fueron arrestados cuando un grupo de policías advirtió que estaban asaltando a usuarios de un microbús de la Ruta A-1, que hace su recorrido entre San Salvador y Olocuilta. El atraco también ocurrió en un tramo de la referida autopista.
Las autoridades admiten que hay una cantidad incalculable de robos en la autopista que conduce hacia la terminal aérea y aceptan que hay muchos otros casos desconocidos para la Policía porque las víctimas no los denuncian.
Mareros tras asaltos
En varios asaltos registrados en unidades de transporte colectivo que circulan por la autopista a Comalapa han estado involucrados pandilleros que habitan en colonias situadas a lo largo de la referida arteria, según las autoridades.
El 19 de febrero de 2012, un agente de la Policía que viajaba con un compañero de trabajo, ambos como pasajeros en un bus de la Ruta 302, murió tras enfrentarse a balazos con tres miembros de la Mara Salvatrucha.
Los tres sujetos abordaron la unidad con la intención de robarle a los ocupantes. Los agentes, aprovechando sus días de descanso, se dirigían hacia Usulután cuando los hampones se subieron al bus, en la parada que está frente a la colonia 10 de Octubre, en San Marcos.
Uno de los policías fue alcanzado por una bala que lo mató de inmediato, pero su colega logró herir a los delincuentes, quienes se bajaron de la unidad en el kilómetro 13 de la autopista y huyeron en un carro que ya los esperaba.
Minutos después, los homicidas fueron capturados en el barrio San Jacinto. Junto a ellos aprehendieron a dos mujeres que, según las investigaciones, fingían ser usuarias de la Ruta, pero fueron quienes les avisaron por teléfono a sus cómplices cuál era la ubicación del bus, según las pesquisas policiales.
Seis días antes, un pasajero que viajaba en un bus de la Ruta 135 frustró un robo que pretendían cometer dos sujetos de la Mara Salvatrucha.
El percance se registró en el kilómetro 26 de la autopista a Comalapa, en las cercanías del puente de Olocuilta.
El clamor de los pasajeros en el país es constante, así como las exigencias de seguridad por parte de los empresarios de transporte.