Obispos piden a pandilleros “signos creíbles” de cambio

El llamado de las iglesias anglicanas ocurre dos semanas después de que se diera un alza de asesinatos en el país. Pidieron a la población apoyar la tregua.

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El 9 de marzo de 2012 pandilleros de ambos bandos se comprometieron a cesar al violencia en el país. Foto EDH / Archivo

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2013-07-15 7:40:00

Los obispos de iglesias Católicas y Anglicanas del país pidieron ayer a las pandillas, a través de una carta pastoral, mantener el compromiso que adquirieron en 2012 de no agredirse y “avanzar el proceso (de tregua) a otro nivel para aumentar los signos de credibilidad ante la sociedad”.

En la misiva —firmada por una docena de obispos, entre ellos de la iglesia Episcopal de El Salvador, Luterana Salvadoreña y el Servicio Social Pasionista— los religiosos también exhortan a abandonar las extorsiones y las actividades ligadas al narcotráfico.

El llamado de las iglesias se produce luego de que 87 personas fueran asesinadas en seis días, a finales de junio e inicios de julio. La mayoría de víctimas fueron ultimadas por las pandillas.

Tras esta alza de homicidios, diversos sectores de la población opinaron que eso era muestra de que la tregua entre las pandillas se había roto.

Sin embargo, el mediador de las maras, Raúl Mijango, atribuyó las muertes a “una alteración en el proceso de paz”, derivado, entre otras razones, por el cambio de funcionarios del gabinete de Seguridad y la orden de quitarle algunos privilegios que tenían los mareros en prisión.

Apoyo a la tregua

Durante la conferencia donde los obispos dieron a conocer su postura en torno a la tregua entre pandillas, sostuvieron que seguirán ejecutando proyectos con estos grupos, como lo han hecho desde marzo de 2012.

Los delegados de las iglesias dijeron que los mareros son victimarios y víctimas, por lo que tienen que ser juzgados por los delitos cometidos, pero además deben pasar por un proceso de “humanización, reinserción y conversión”.

“Nuestro propósito es llamar a la unidad y hacer conciencia de que el fenómeno de las maras es un problema nacional y las causas son muchas. No nos detengamos a pensar quién es o no el culpable”, sostuvo Martín Barahona, obispo de la Iglesia Episcopal de El Salvador.