El juez suplente del Segundo de Paz de Ahuachapán Juan Carlos Cárcamo Vargas, de 42 años, fue hallado muerto la mañana de ayer dentro de su vehículo en la ciudad de Santa Ana.
El jefe de la oficina fiscal de Santa Ana, Román Navarro, confirmó que el cuerpo de Cárcamo Vargas no tenía ningún tipo de lesión ni “tampoco habían signos de violencia física dentro del auto”.
Agregó que aunque aparentemente se pudo tratar de un suicidio, los resultados de la autopsia serán los que “nos van a decir la causa de su muerte”.
El fiscal dijo que “nosotros vamos a indagar todas las circunstancias que rodean este hecho para descartar cualquier otra causa de su muerte”, explicó Navarro.
Tampoco se ha podido establecer el tiempo que tenía de haber muerto, otra interrogante que será respondida con la autopsia que le hagan al cuerpo, detalló el jefe fiscal.
Indicó que han pedido al Instituto de Medicina Legal que se manden las muestras para que se le haga el examen toxicólogo que podría determinar si pudo tratarse de alguna intoxicación alcohólica o ingirió alguna sustancia venenosa.
“Precisamente eso es lo que queremos descartar o confirmar con la autopsia si hay alguna sustancia tóxica en el jugo gástrico”, dijo Navarro, quien agregó que el examen toxicólogo revelará que tipo de sustancia pudo haber consumido. Al hacerle la inspección del vehículo, los investigadores de la Policía no hallaron ninguna evidencia que demostrara si anduvo ingiriendo bebidas alcohólicas.
Navarro dijo desconocer si Cárcamo estaba fungiendo como juez interino o se dedicaba a las labores privadas profesionales.
Desapareció en noviembre pasado
En la Policía no hay alguna denuncia de sus familiares de que Cárcamo Vargas había desaparecido desde la noche anterior, tal como ocurrió en noviembre del año pasado.
La tarde del 26 de noviembre del año pasado, Cárcamo salió de su bufete en Santa Ana y ya no se supo más de él hasta 24 horas después que lo encontraron en aparente estado de ebriedad.
La mañana del 27 de noviembre apareció su vehículo cerca del bufete que había instalado en la ciudad santaneca.
La Policía manejaba el caso del juez suplente como desaparecido, aunque la familia no había recibido ninguna exigencia económica.
Sin embargo, la noche del 27 de noviembre apareció el juez en un sitio que no fue revelado por la Policía y fue llevado a la delegación policial de Santa Ana, donde dio su declaración sobre su supuesta desaparición.
Las primeras investigaciones apuntaban a que el funcionario le manifestó a su secretaria que saldría a dejar el dinero de una extorsión, sin dar detalles.
Un investigador de la Policía informó que al hacerle la inspección al vehículo del juez se encontraron varias botellas de licor, pero vacías. Agregó que los análisis a los registros de llamadas de su teléfono celular lo ubican que anduvo en distintos lugares de Santa Ana, luego aparece que se vino a San Salvador donde circuló por varias colonias, entre éstas la Escalón y La Cima.
También el registro telefónico lo ubicó en la zona de Los Chorros, pero en este lugar se perdió la señal y ya no se pudo rastrear su localización.
La Policía desde un principio había descartado el secuestro porque sus familiares en ningún momento recibieron llamadas telefónicas para exigirles dinero a cambio de su liberación.