??vila: “Las pandillas se han ensañado con trabajadores”

Cree que mayoría de víctimas fue gente honrada y productiva en última escalada de violencia

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Uno de los últimos homicidios se registró en la colonia Buena Vista, en Mejicanos, en las cercanías del punto de buses de la ruta 2A. Foto EDH / Archivo

Por David Marroquín Diana Escalante nacional@eldiariodehoy.com

2013-07-04 7:55:00

El criminalista y columnista de El Diario de Hoy, Carlos Ponce, y el exdirector de la Policía, Rodrigo Ávila, coincidieron ayer que en que el incremento de los homicidios en los últimos seis días ha sido causado por las pandillas y busca presionar al gobierno para que este les devuelva algunos de los privilegios que les fueron suspendidos tras la llegada de las actuales autoridades de Seguridad Pública y Justicia.

Ambos consideran además que los pandilleros buscan enviar mensajes “macabros” con los que pretenden demostrar a la sociedad salvadoreña que ellos tienen poder y el control de la seguridad pública del país.

Para Ávila, la escalada de violencia atribuida a las pandillas causó más daño a la gente honrada y trabajadora que al mismo Gobierno, porque se perdieron vidas productivas para el país.

“Los pandilleros se están ensañando con los honrados, con los trabajadores. Dentro de la tregua los que se dejan de matar son los pandilleros, pero la sociedad salvadoreña ha sentido el embate de esta gente”, dijo Ávila, quien sostuvo que ya es tiempo de que el Estado responda dentro de un marco legal ante esta nueva amenaza y con la mayor contundencia posible.

Una medida tajante en contra de los cabecillas de las pandillas por haber ordenado el aumento de los homicidios es enviarlos de nuevo al penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, conocido como “Zacatraz”, “porque ahí perderían parte de su operatividad delincuencial y no podrían seguir ordenando los homicidios ni las extorsiones”, anotó el excandidato presidencial y exdirector de la Policía.

Agregó que “la respuesta más categórica que tiene que dar el Estado salvadoreño ante las pandillas tiene que ser de fuerza y es importante que el Gobierno recupere, a través de la fuerza legítima que la ley le da, el control de la seguridad pública” .

El exfuncionario también la emprendió contra la tregua entre las maras 18 y Salvatrucha, porque, según él, lo que ha hecho es fortalecer a esos grupos, tal como recuerda que él mismo lo advirtió al inicio de la misma.

“La famosa tregua siempre ha estado vestida con un disfraz perverso, porque detrás de la tregua siempre ha existido un anhelo y afán de las pandillas de hacerse más poderosas (…) No ha sido una tregua entre pandillas, esto lo que ha sido en realidad es una negociación entre las pandillas y el Gobierno”, sostuvo.

El facilitador de la tregua Raúl Mijango afirmó en una entrevista televisiva que hay sectores que están fomentando “una pandillafobia que ha llevado a un rechazo de las acciones buenas de los miembros de las pandillas”.

En ese sentido, Ávila explicó que la fobia es un miedo inexplicable, pero en el caso de las pandillas, ese miedo es explicable por las atrocidades que han cometido en contra de la población.

“¿Cómo no se le va a aborrecer y a tenerle miedo a sujetos como esos que hacen cosas tan horrendas como sacar a familias de sus casas, desmembrar gente y matar salvajemente a una niña de cuatro años?”, replicó Ávila.

Por su parte, el criminalista Ponce insistió en que la escalada de violencia desatada en los últimos días no es más que “un síntoma de que existe una intención por parte de las pandillas de reacomodar o renegociar lo pactado (con el Gobierno)”.

Señaló que el hecho de que los cabecillas de las pandillas hayan ordenado el aumento de los homicidios es porque “buscan recuperar algo que han perdido o ganar más terreno, ganar más cosas, pero estamos seguros de que son medidas que están utilizando las pandillas para fortalecer su posición en esa negociación en la que aún están involucrados los cabecillas de las pandillas con el Estado”.

Lanzó también fuertes críticas al facilitador de la mediación Mijango, por este haber salido en defensa de la tregua y haber advertido que él resolvería el problema del alza de los asesinatos en 72 horas, al estilo de una medida condicionante para presionar por que les devuelvan a los mareros algunos de los beneficios que tenían no hace mucho, como el acceso a dar conferencias ante los medios de comunicación.

Ponce dijo que Mijango trató de justificar la medida de las pandillas en vez de recriminarles “los métodos que están utilizando para hacer sentir su fuerza” ante el aparato de seguridad, con lo que “prácticamente se pone a favor de lo ilegal sobre el orden institucional establecido”.

Lo que le preocupa a Ponce es el hecho de que las autoridades de Seguridad Pública y de la Policía no hayan respondido con estrategias concluyentes que frenen la escalada de la violencia.

“No propone ningún tipo de respuesta contundente ante el incremento drástico de los homicidios, más bien él dice que confía en que la tregua va a continuar”, dijo Ponce, quien agregó que el abordaje a esta crisis ha dejado en evidencia “el total desconocimiento de la forma en que se tiene que tratar el tema criminal, su incapacidad (la del gabinete de Seguridad) para poder diseñar estrategias encaminadas a solucionar este problema desde la institucionalidad del país”.

Durante la entrevista televisiva, Mijango reconoció que haber incrementado los homicidios fue obra de las pandillas, pero que eso no significa que se haya roto el pacto de no agresión, sino que ha existido una alteración del proceso que se tiene desde hace 15 meses.

“Quisiera darle a los salvadoreños palabras de tranquilidad… Esta es una crisis temporal que en las próximas 72 horas vamos a superar. Yo quisiera que no nos alarmemos”, dijo Mijano en televisión.

El director del Instituto de Medicina Legal, Miguel Fortín Magaña, sostuvo: “Es terrible lo que (Raúl Mijango) está diciendo. Lo que está diciendo es que él manda, o sea que de alguna manera él puede decidir cuándo sube y cuándo baja. Es peligrosísimo y preocupante. Asegurar que esto se controla en 72 horas… ¡Ave María purísima!”