El recién electo presidente de la Corte de Cuentas de la República (CCR), Rosalío Tóchez, afirmó que no teme que la Sala de lo Constitucional invalide su elección, pues si se llegase a dar nuevamente esa situación, la Sala deberá probarle por qué no cumple con los requisitos que definieron en su sentencia.
“Eso no me preocupa. Primeramente voy a trabajar y si ellos deciden eso no le puedo decir si voy a aceptar o no voy a aceptar porque tienen que probarme a mí todo lo contrario”, apuntó ayer al iniciar su primer día de labores.
Tóchez explicó que hace varios años sí estuvo afiliado al Partido Demócrata Cristiano, pero cuando por resolución de la Corte canceló dicho partido, él ya no se inscribió a la nueva institución política que actualmente ocupa el mismo nombre y siglas.
“No tengo ningún temor. Las credenciales son obvias, yo no he llegado por ningún favoritismo… Siempre he sido una persona muy respetable y honorable y honrado”, dijo.
Raúl López, primer magistrado, fue más mesurado cuando se le cuestionó al respecto. “Es difícil de defender mi nombramiento, quien lo va a defender es mi trabajo y lo que se debe de hacer es abandonar los pasionismos políticos y administrar la Corte de Cuentas con absoluta imparcialidad y transparencia”, aseveró.
Los diputados de ARENA indicaron que López no debía ser elegido porque tiene filiación partidaria con el FMLN, lo cual el aludido volvió a negar ayer rotundamente.
El segundo magistrado, Jovel Valiente, expresó por su parte que, de ser invalidada su elección por los magistrados de la Sala de lo Constitucional de manera definitiva, acatará el fallo.