Director de Bloom: “Estamos abiertos a una auditoría”

El trasplante no era la mejor opción para Waldemar "ni antes ni ahora", afirmó

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El grupo de apoyo a Waldemar tiene 2,622 seguidores en su página de Facebook. Desde ahí no se pierde la esperanza de que el niño mejore y se insta a orar por su recuperación. Foto EDH /

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2013-07-12 8:00:00

Mientras los padres y amigos de Waldemar esperan un milagro, el Ministerio de Salud niega no haber hecho lo suficiente para salvar al niño y dice que el caso está siendo utilizado con fines políticos y electorales.

Hugo Salgado, director del hospital Bloom, defendió ayer a la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez.

Esto ocurre ante las severas críticas que ha recibido la funcionaria después de que médicos certificaran la muerte cerebral de Waldemar, el niño de cuatro años que en enero perdió parte del intestino en un accidente doméstico.

“Debido a que el niño tiene el intestino corto siempre sería candidato a un trasplante… El trasplante intestinal era la última opción que nosotros teníamos. (…) Eso lo podemos demostrar a través de los documentos”, dijo el director.

Aseguró que desde el hospital Bloom siempre se buscó otro hospital donde pudieran hacer el trasplante a Waldemar: “No estábamos queriéndolo retener. Nosotros siempre buscamos, en cualquier momento, que este niño se fuera”. Lo que ocurrió, según el director, es que sus gestiones “no tuvieron éxito”. Como tampoco las tuvieron, afirmó, las gestiones del grupo de apoyo a Waldemar.

Cuestionado sobre cuántos encefalogramas se le hicieron al niño antes de certificar la muerte cerebral, el jefe la UCI del Bloom, el doctor Óscar Sánchez Vela, explicó que no se han hecho esos exámenes, porque el aparato con el que se realizan no es portátil.

El TAC tampoco se le hizo, en palabras de Sánchez Vela “porque el estado clínico” no permite mover al pequeño: “Tiene una cantidad de bombas y de cosas que le estamos suministrando que, de moverlo, podríamos desencadenar la muerte del niño”.

El médico hizo alusión a la infografía publicada en este periódico el miércoles, en la cual la neuróloga Claudia Valencia de Mena explicaba los criterios clínicos para certificar la muerte cerebral. Al respecto, Sánchez Vela dijo: “Todo lo que ella menciona, todo se hizo. Todo lo clínico. Lo único que no se hizo fueron los electros… Sin embargo, se hicieron los potenciales evocados (…) También se hizo el auditivo (…) Se hicieron todos los exámenes, pero lo más importante de esto es el hecho de que lo clínico ha coincidido”. Lo último, en referencia al neurocirujano, el neurólogo y el especialista en neurofisiología que, aseguran, certificaron la muerte cerebral.

Aseguró que el niño seguirá recibiendo la misma atención, “todo como si el niño no tuviese muerte cerebral”.

El galeno explicó que “poco a poco se van a ir agregando algunos signos” que indicarán que el proceso de muerte se está consolidando. Hasta ayer por la mañana, los signos vitales del niño eran “normales” para la condición que tiene. “Tenemos que hacer todo lo humanamente posible para que, si Dios nos quiere ayudar, haga un milagro”, afirmó el jefe de la UCI.

Los médicos volvieron a descartar la posibilidad de que el niño sea desconectado de la máquina que le ayuda a respirar. Sánchez Vela explicó que en El Salvador no hay ninguna legislación que considere la muerte cerebral como causa de eutanasia. “Aunque los papás nos pidan y nos rueguen que lo hagamos no lo vamos a hacer”, subrayó.

Dinora, la madre de Waldemar, no está todos los días en el Bloom. Pero sí lo visita y habla por teléfono con su esposo y él coloca el auricular donde su hijo de cuatro años ” pueda oír su voz”.

La madre dio a luz una niña hace casi dos meses y “está delicada de salud”, según una voluntaria del grupo de apoyo al niño y a su familia.

Waldemar padre conversó por teléfono con El Diario de Hoy. Ayer no asistió a la conferencia que dio el director del Bloom “porque no sabía nada y sería como darles respaldo”. Explicó que el martes, cuando le comunicaron la muerte cerebral del niño, no quiso hablar con los medios de comunicación porque se sentía mal “y no sabía qué decir”. Agregó que se ha enterado de la condición del niño a través de los medios de comunicación, con los que dice estar agradecido.