IML: Waldemar nunca mejoró y tenía desnutrición severa

Fiscalía descarta abrir una investigación por negligencia

descripción de la imagen
Amigos y parientes de Waldemar López, de cuatro años, acompañaron ayer sus restos en una funeraria privada, antes de ser trasladado hacia San Vicente. Foto EDH / Marlon HernándezEn San Vicente, amigos y parientes de Waldemar se consuelan frente al féretro del niño, quien murió el lunes, a las 7:40 d

Por ??scar Iraheta Twitter: @oscar_iraheta

2013-07-23 8:00:00

El director de Medicina Legal, José Miguel Fortín, lamentó ayer que no se hicieron más esfuerzos por tratar de salvar la vida del niño Waldemar en el extranjero, así como que en el caso “se hicieran más declaraciones políticas que científicas”.

Waldemar López, de cuatro años, se hirió el abdomen y perforó el intestino delgado el pasado 17 de enero cuando una esmeriladora que usaba su padre se activó accidentalmente. Desde esa fecha urgía que se le realizara inmediatamente un trasplante.

Las probabilidades de intervenirlo eran difíciles, pues, según Fortín Magaña, en El Salvador no se hacen operaciones de ese tipo, sólo en el extranjero.

El infante murió el lunes con una desnutrición severa que padeció desde hace varios meses. Nunca mejoró. Por el contrario, su estado de salud iba decayendo poco a poco hasta que sufrió muerte cerebral, concluyó Fortín.

El médico forense aseguró que no es cierto que el estado de salud del niño haya mejorado en algún momento, como se dijo. “Waldemar iba en un proceso de deterioro marcado hasta que Dios se lo llevó”, expresó.

“Waldemar tenía una desnutrición severísima. Se iba a desnutrir toda la vida. No entiendo por qué se hicieron declaraciones más políticas que científicas”, recalcó.

Para el titular del IML no había muchas probabilidades de vida, si no era a través de un método de alimentación parental (introducir comida especial por sondas) o con un trasplante de intestino.

En sus brazos fueron encontradas evidencias de dónde se le había inyectado sueros u otro tipo de líquidos.

Para ayer, los resultados de la autopsia que el IML reveló la noche del lunes no habían cambiado mucho.

El lunes se estableció que Waldemar murió, según exámenes preliminares, de una bronconeumonía bilateral provocada por una herida grave en su abdomen e intestino. Sin embargo, los médicos continúan realizando estudios más detallados para descartar negligencia médica.

A petición de la Fiscalía, Medicina Legal realizó una detallada autopsia que se demoró más ocho horas aproximadamente. El Fiscal General de la República, Luis Martínez, aclaró que no solicitó la autopsia para abrir una investigación sobre las causas de muerte de Waldemar, más bien descartó abrir un expediente para determinar si hubo una negligencia médica.

“La pedí para descartar especulaciones”, explicó Martínez (ver nota aparte).

Waldemar tenía laceraciones pequeñas que pudieron haber surgido en los últimos días cuando ya estaba con el respirador artificial.

“Acá hay un drama humano. Muchos podrán decir que se habla tanto de este niño (Waldemar), pero es símbolo de nuestra niñez, de nuestras falencias y carencias, por eso no nos podemos quedar impávidos a lo que ocurrió”, manifestó el jefe de los forenses.

Fortín Magaña reconoció que médicamente la intervención quirúrgica que le realizó al menor Salud Pública fue adecuada. “Se trabajó médicamente con lo que se tenía”, dijo. Lamentó que el país no tuvo “las amistades suficientes para que ayudaran a Waldemar en el extranjero”.

“¿Qué hicimos y qué no hicimos por Waldemar? En El Salvador no se pude hacer mucho. No es mala praxis o negligencia médica. Qué lástima que no tuvimos amigos suficientes en el extranjero que dieran dinero. En Estados Unidos se hizo una recaudación de dinero, pero no fue suficiente”, señaló Fortín Magaña.

“Si uno pudiera agarrar el dinero que se gasta en militarizar la Asamblea y el gasto de combustible en mover tanquetas y helicópteros se ganaría bastante. Si se ahorrara un vale de gasolina entre todos los funcionarios, cuántos Waldemares pudieran salvar entre todos los funcionarios”, cuestionó el profesional.

Ayer los restos del niño fueron trasladados hacia San Vicente, donde será enterrado mañana. Hoy será velado en el parque central, dijeron familiares, quienes ayer seguían recibiendo el apoyo de decenas de personas (ver nota aparte).

Solo 45 centímetros de intestino delgado

Fortín Magaña aseguró que no tener intestino delgado fue vital para el niño, ya que es el que absorbe los nutrientes de la comida para el cuerpo humano. Waldemar solo tenía unos 45 centímetros de intestino delgado, cuando este mide hasta nueve metros.

“La primera porción del intestino delgado fue unida con el colon descendente y con los sigmoides, pero eso no es suficiente para absorber los nutrientes”, detalló. Además recordó que conoció en un hospital a un paciente que apenas vivió cuatro años con alimentación parental. “Digamos que con un trasplante pudiera haber una probabilidad de vida, no sabemos cuánto tiempo. Pero sin intestino y sin trasplante de inmediato era imposible vivir”, concluyó.