Los adolescentes son el segundo grupo que más intenta suicidarse

En el primer semestre notifican 180 casos en niños y adolescentes

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Las mujeres son más propensas a utilizar medicamentos para intentar quitarse la vida.

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2013-07-21 7:00:00

“Mamá, acabo de tomar de la botella que tenés allá”. Al escuchar esas palabras, la mujer trasladó a su hijo de 11 años al hospital nacional de San Bartolo. Los nombres de ambos se omiten por respeto a la intimidad de la familia.

En la botella, ella había guardado organofosforados. Este es un plaguicida que afecta el sistema nervioso central de quien lo ingiere, daña el organismo y puede causar la muerte. Ese 22 de junio, el preadolescente fue recibido en el hospital de San Bartolo, donde lo estabilizaron. Después lo trasladaron a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Bloom en estado crítico. Diez días después, el 2 de julio, falleció.

Carlos Mena, epidemiólogo del Bloom, manifestó que este caso fue trasladado a Pediatría Social para que indagaran porqué ocurrió el envenenamiento: temen que se trató de un suicidio.

La sospecha surge por la edad del paciente, pues ya estaba en una etapa en la que se sabe “lo que no se debe comer o ingerir”, “lo que hace daño”. Además, “por lo que le expresó a la madre”, comentó el doctor Mena.

A inicios de año, otro adolescente de 13 años ingresó bajo la misma sospecha: intento de suicidio con organofosforados. También murió. En este caso se sabía que el paciente tenía problemas en su hogar. Vivía en Ahuachapán.

“Los niños chiquitos se intoxican accidentalmente porque los padres meten (los tóxicos) en vasos de refrescos y no los ponen lejos del alcance de ellos”, comentó Mena. Pero se supone que un adolescente conoce la diferencia entre un refresco y una sustancia tóxica.

De enero al 30 de junio, el Ministerio de Salud (Minsal) registra la atención de 180 casos en menores de uno a 19 años por intento de suicidio.

En total 14 niños y adolescentes consumaron el hecho, el dato representa el 13 por ciento del total. En el primer semestre de este año, 539 personas intentaron suicidarse, 104 de ellas murieron.

El psiquiatra, Nelson Miranda, quien forma parte de la Red de Suicidios y es médico del hospital nacional Psiquiátrico, manifestó que los adolescentes representan el segundo grupo que más intentos de quitarse la vida tiene.

Entre 2005 y 2011 este grupo significó el 32 por ciento con relación a todas las atenciones por “lesiones autoinfligidas”; etiqueta con la que se registran los intentos de suicidio en Salud Pública.

“Es un dato revelador y dramático de la situación que está sucediendo aquí”, comentó Miranda.

En la Unidad de Intervención en Crisis del hospital Psiquiátrico, en Soyapango, las historias diarias están relacionadas con violencia, abuso sexual, hostigamiento para formar parte de las pandillas, desintegración familiar, drogas, conflictos con los padres y depresión, añadió Miranda.

En los adolescentes lo común es que trataron de ahorcarse, matarse con arma blanca, arma de fuego. Las jóvenes suelen ingerir medicamentos. “Mucho adolescente está siendo víctima de la depresión, incluso cometiendo suicidios. Es un tema tabú que casi nadie toca y se necesita colaboración de toda la sociedad para prevenir”, comentó Carlos Acevedo, representante en El Salvador de la Red Mundial de Suicidiología.

¿Pero qué puede llevar a un niño a intentar quitarse la vida? Acevedo expresó que los infantes también actúan con base a modelos y en El Salvador “estamos en una sociedad de muerte diaria”.

El especialista dice que en los niños también existe la depresión. “En la etapa de desarrollo, un niño a los 10 años ya tiene el concepto de muerte, sabe qué es algo irreversible”, añadió Acevedo.

Miranda médico psiquiatra, indica que El Salvador es una sociedad traumatizada por la guerra, los terremotos y la desintegración familiar fruto de la inmigración.

Una parte de los niños se quedaron viviendo con los abuelos, tíos y otros familiares de manera que no existe un verdadero modelaje para tener un desarrollo psicológico y social sano. A lo anterior se suma la violencia cotidiana. Todo ello hace que se deforme el desarrollo normal de los niños y adolescentes.

Se ha documentado que los escolares de siete a 12 años ya tienen concepción de la muerte. “Los niños con estas características, en ese ambiente de familia y viviendo en un país traumatizado, tiene un desarrollo distorsionado. Entonces, son proclives a tener una serie de problemas existenciales y de depresión que los puede llevar al suicidio”, agregó Miranda.

El psiquiatra indica que tradicionalmente se cree que un intento de suicidio es imposible en la infancia, porque se trata de una etapa en la que no se hace más que jugar y ser feliz, “pero es algo falso”, dijo.

El suicidio en el país

Entre 2006 y 2011, el Minsal registra 6,516 ingresos hospitalarios por lesiones autoinfligidas, la mayor parte se trata de hombres y también es este grupo el que consuma el hecho. En ese lapso se quitaron la vida 885 hombres y 427 mujeres. En total 1,312 personas se suicidaron ese periodo.

El suicidio en el grupo de hombres es dos veces más que en el grupo de mujeres, pues los métodos que utilizan son “más efectivos”.

El año pasado, el Minsal atendió en la red pública de establecimientos de salud a 1,137 personas por intentos de suicidio, 584 de esos casos corresponden a hombres.

En ese periodo fallecieron 144 hombres y 68 mujeres.

En el primer semestre de este año se notifican 539 intentos de suicidios, 104 de ellos consumados. El grupo de edad en los que se producen más casos es el de los 20 a los 29 años, seguido por el de los 10 a los 19 años.

Miranda comentó que la tendencia es al alza, algo preocupante.

De acuerdo con el informe del Minsal este año, los métodos más comunes para autoinfligirse lesiones han sido: el envenenamiento, las armas cortopunzante, la sofocación, las armas de fuego y “las caídas”.

Tanto Acevedo como Miranda sostienen que en el país existe un subregistro de los casos, pero es una causa importante de muerte.

Acevedo dice que cuando las depresiones son tratadas, las muertes de este tipo pueden evitarse. “En nuestro país existe el caldo de cultivo para que este problema del suicidio sea cada vez más grave”, manifestó Miranda.

Datos del Minsal detallan que entre enero y la primera semana de julio se atendieron 4,875 casos de depresión y en todo 2012 fueron 9,819. El mayor porcentaje corresponden a mujeres.

Miranda expresó que una situación grave en el país es que no se tiene un sistema de atención que disponga de estrategias concretas para dar una respuesta en el área de prevención y de intervención para estas personas.

A raíz de esta problemática en el país se ha creado la Red de Suicidios afiliada a la red internacional, integrada por 40 países.

La idea principal es hacer un diagnóstico de la situación del suicidio para tener las herramientas para prevenirlo.

Hasta septiembre del año pasado, el Minsal tenía habilitadas unidades de salud mental en seis hospitales.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es un problema de salud pública y representa una de las primeras causas de muerte entre jóvenes de los países en desarrollo. El organismo estima que un millón de personas muere por esta causa al año.

La tasa mundial de mortalidad es de 16 por 100,000 habitantes; es decir: una muerte cada 40 segundos.