SAN MIGUEL. “Prefiero pasarme la calle que subir en la pasarela porque me da miedo resbalarme y caer en uno de los hoyos que se han hecho”, dijo Carmen Villalobos, quien caminaba, junto a su hija de siete años, y prefirió cruzar la calle a subir a la pasarela que se encuentra en el lugar.
La estructura se ubica en la zona surponiente de la ciudad, cerca de un reconocido centro comercial.
La pasarela presenta hoyos que están ahí desde hace más de un mes. Los peatones que a diario pasan por la zona están divididos en cuanto a su uso.
Algunos la utilizan, aunque temen por su vida, sin embargo, la inmensa mayoría se escuda en el daño de la estructura para no hacer uso de la misma y evitar la fatiga que causa subir y bajar las gradas.
“Las autoridades deberían de repararla porque ni a los niños podemos subir porque se pueden caer”, manifestó Villalobos.
Sobre el tema, Wilfredo Salgado, alcalde de San Miguel, aseguró que a las pasarelas que han sido construidas por la comuna les dan mantenimiento, sin embargo a las que han sido construidas por empresas privadas son esas las que deben dar el cuidado respectivo.
“Como alcaldía no tenemos conocimiento de cuáles son las pasarelas de empresas que están dañadas, por eso es bueno que la gente se acerque a la alcaldía y nos diga, para que así nosotros hablemos con las empresas encargadas”, dijo Salgado.
Mónica Chávez, transeúnte, asegura que “yo tengo miedo deslizarme y caer a la calle, porque aunque las pasarelas fueron hechas para el uso de peatones son inseguras”.
La pasarela tiene 10 años aproximadamente de haber sido construida y nunca ha recibido mantenimiento.
El daño en las estructuras lo ocasionan personas que se dedican a la venta de hierro y chatarra, según lo dijeron quienes residen en la zona cercana a los pasos seguros.
En San Miguel hay por lo menos cuatro pasarelas ubicadas en distintos puntos de la Avenida Roosevelt.
Ninguna de las estructuras es utilizada por la ciudadanía bajo el pretexto de que son inseguras o que están dañadas.
Las autoridades insisten que de lo que se trata es de falta de cultura de los peatones.