La embajadora de los Estados Unidos de América, en El Salvador, Mari Carmen Aponte, explicó ayer que se ha tenido algunos avances en materia de seguridad pública, que poco a poco han venido favoreciendo la prevención de la violencia entre los jóvenes en riesgo.
Disminuir el crimen y la inseguridad están entre las principales barreras que inciden en el bajo crecimiento económico que El Salvador viene registrando en los últimas dos décadas, y que son pilar fundamental para avanzar en el Plan Asocio para el Crecimiento, que ambos gobiernos implementaron desde finales de 2011.
Ayer, aprovechando la visita de la sub secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, de Estados Unidos, Liliana Ayalde, la embajadora de ese país en El Salvador, Mari Carmen Aponte dio un adelanto de los avances en materia de seguridad en el país.
“Hemos tenido varios avances en el área de seguridad, incluyendo progreso en el área de extradición, progreso en el número de programas de prevención que estamos apoyando”, dijo la diplomática.
Aponte añadió que “ya hemos hecho público en el último me y medio, dos programas importantes donde las aportaciones han sido millonarias. Estas aportaciones van todas diseñadas a programas de prevención de muchachos, de jóvenes en riesgo que es nuestra prioridad”.
“También hemos hecho avances en la unidad anti extorsión, que ya está a punto de comenzar a funcionar plenamente. Ya se han dado muchísimos pasos en estas áreas y los seguiremos dando”, acotó la funcionaria estadounidense.
En torno a si la tregua entre pandillas ha incidido en reducir los niveles de delincuencia, la sub secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, por su parte, se refirió a la inseguridad como un tema complejo que hay que atacar desde sus raíces.
“Nosotros nos enfocamos en fortalecer la prevención; consideramos que es un país joven, dónde hay una proporción alta de jóvenes, que necesitan tener las destrezas y ser preparados para aprovechar oportunidades económicas, y evitar que solo tengan opciones de entrar a actividades ilícitas. En ese sentido nosotros estamos enfocados a ese tipo de acciones que fortalecen la institucionalidad y que van a ser útiles para el país, y que son políticas de Estado”, dijo Ayalde.
Un resumen preparado por la representación diplomática en el país, destaca $20 millones aportados por Estados Unidos y otros $22 millones de su sector privado en la prevención del crimen.
También la donación de otros $25 millones por parte de Estados Unidos para mejorar las oportunidades de educación de jóvenes dentro y fuera de las escuelas.
El gobierno estadounidense también aportó a su similar de El Salvador $24.8 millones, para apoyar acciones encaminadas a la prevención del crimen a nivel comunitario y otros $21.4 millones para mejorar el sistema judicial.