Vecinos sin informes de situación de volcán

Lo que saben lo vieron por medios de comunicación

descripción de la imagen
Maquina de Fovial quitó diques con que protegían varias de las casas en el sector.

Por Francisco Torres Carlos Segovia comunidades@eldiariodehoy.com

2013-06-06 7:00:00

SAN MIGUEL. Desde el año 2001, la organización española Geólogos del Mundo, advirtió a la municipalidad migueleña que el caserío El Carreto, enclavado en las faldas del volcán Chaparrastique, estaba en la ruta de un posible deslave y recomendaron quitar el caserío de esa zona.

El alcalde Wilfredo Salgado fue quien recibió ese informe hace 12 años y es por eso que ante el riesgo que representa la falta de maleza y bosques en la parte alta del volcán, prefiere que se declare emergencia desde antes de que ocurra una desgracia.

La solicitud de que se declare el volcán tiene varios objetivos, pero el principal es captar recursos del Ejecutivo y de cooperantes extranjeros para poder evacuar desde ya, a las familias que están en riesgo.

Salgado cree urgente evacuar a unas mil familias del caserío El Carreto, porque además de estar en la ruta de desagüe de una cárcava, hay una roca de unos ocho metros de diámetro en la misma dirección, pero muy cerca del cráter volcánico.

A la roca la sujetaron con cadenas hace 12 años, porque estaba a punto de caer, pero hoy la comisión municipal de Protección Civil teme que la tierra bajo la roca se erosione y haga que esta se desplome, lo que causaría una desgracia.

La cifra de personas a evacuar que brinda Salgado está muy por encima de la que detalló el gobernador Sergio Benavides, en la publicación de ayer, pues estimó que solo había que evacuar a medio centenar de familias.

“Lo que pasa es que no conocen bien esa zona; hay un montón de veredas que llevan a casas ocultas, porque esos caseríos parecen laberintos”, argumentó el presidente de Protección Civil municipal y edil migueleño.

En el olvido

Dice el dicho que el que tiene la información tiene el poder, pero bajo es lógica, las comunidades que estarían en alto riesgo no tendrían posibilidad de reacción, porque Protección Civil no les ha compartido la información que tienen y que podría afectarles.

María del Carmen Espinosa lava en medio del lodazal que inundó su casa la tarde del miércoles. Aun no logran evacuar todo el sedimento, porque es mucho.

Sabe que están en riesgo, “casi condenados”, dice, pero aclara que tienen una escueta información, porque la vieron por la televisión local, no porque los empleados estatales hayan llegado a decirles que están en peligro.

Le pide al presidente de la República, Mauricio Funes, que intervenga, porque admite que “estamos afligidos, nadie se preocupa por nosotros y no sabemos para dónde salir, porque somos pobres”.

Herbert Benavides, otro lugareño es más contundente al asegurar que “Protección Civil solo viene a ver y se van, nunca hacen nada, ni ellos ni el alcalde”.

La casa donde habita junto a su madre fue una de las más afectadas. “Las calles se volvieron como ríos, la corriente subió metro y medio, pero no era agua, era puro lodo lo que bajó”, precisó el joven.

Ramiro Martínez, otro afectado, conoce bien el problema porque para constatar lo que decían en la televisión subió al volcán.

“El problema es que hay una gran capa de ceniza que se hizo sólida y no permite que la tierra absorba el agua, por eso es que se están dando esos deslaves”, argumentó.

Dice que estos deslaves ocurrieron bajo una tormenta que no duró más de 45 minutos.

Según Protección Civil cayeron 70 milímetros de agua esa tarde.

Es por eso que cuando las autoridades piensan en una lluvia de 100 milímetros, que se prolongue por más de una hora, consideran que fácilmente provocará una desgracia en la zona.

Y a pesar de eso, no logran ponerse de acuerdo en las medidas a seguir. Solo se les ocurre hacer recorridos infructuosos y argumentar.