Otra cirugía a niño que se quemó en 2011

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Bryan T., de 14 años, deja el hospital de niños Benjamín Bloom en enero del año pasado. foto edh / archivo

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2013-06-24 8:00:00

Año y medio ha pasado desde aquel día en que a Bryan T. le explotó un mortero en la mano derecha, pero su tratamiento aún no termina. El joven ahora tiene 14 años.

Este mes ha sido ingresado dos veces a la Unidad de Niños Quemados del hospital Bloom para practicarle dos cirugías en su miembro superior.

Las lesiones que sufrió al manipular pólvora fueron de gravedad: estuvo a punto de perder la mano. Los especialistas lograron conservársela, pero tuvieron que amputarle una parte de tres dedos, entre ellos el pulgar, este último el más afectado.

la madre del joven, Guadalupe, manifestó que hace tres semanas lo ingresaron para ponerle un expansor de piel en la mano. Este procedimiento permite formar piel extra y usarla para eliminar las cicatrices que el adolescente tiene. El jueves 20 de este mes, cuando llegó para que le revisaran la operación lo dejaron ingresado. En esta ocasión le hicieron un colgajo (una especie de injerto) para reconstruirle el pulgar y abrírselo un poco.

Ayer nuevamente le dieron el alta médica, pero el tratamiento con los cirujanos plásticos concluye en 2014 si no se produce ningún problema.

“Ya vamos sobre dos años. A mí me dijeron que había madres que estaban de días, meses hasta años. Yo pensaba que ya había terminado”, comentó Guadalupe.

Debido a las heridas, Bryan no puede escribir bien con la mano derecha; él tuvo que aprender a usar la izquierda para esta y otras actividades.

Guadalupe dice que esta experiencia ha sido dura, pero también ha servido para que otros niños no hagan lo mismo: manipular pólvora sin supervisión.

El año pasado, en las fiestas de diciembre, el adolescente no reventó cohetes.

“Nos afectó quizá más a nosotros que a él. Lo último que pasamos en las terapias fue que él se descubrió la mano; ahora dice que ya se acostumbró a que lo mire la gente”, dijo la madre. Los primeros tres meses, luego de recibir el alta médica, Bryan se tapaba la mano con un pañuelo, ahora ya no le molestan los comentarios que le hagan.

En 2011, cuando Bryan encendió un mortero número cuatro , el Ministerio de Salud (Minsal) atendió a 181 personas quemadas con productos pirotécnicos. El grupo más afectado fue de los cinco a los nueve años.

Del total de quemados, 13 sufrieron lesiones en los dedos y 27 en las manos. Los morteros, la pólvora china, cohetillos y silbadores, estos últimos prohibidos, fueron los productos con los que más se quemaron los pacientes. Del 1 de noviembre de 2012 hasta el 1 de enero de este año la cifra fue de 185.