Hacen cadena de oración por la salud de Waldemar

Ayer por la mañana el niño estaba estable; muestra mucha fortaleza y paciencia en esta prueba

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Muchas personas han respondido de forma solidaria para ayudar. Foto EDH / Emilia Pacheco

Por Susana Joma comunidades@elsalvador.com

2013-06-29 8:00:00

Mientras Waldemar lucha por vivir en una cama de la unidad de cuidados intensivos del hospital Benjamín Bloom, su familia, personas voluntarias y otros altruistas se reunieron ayer por la noche para hacer una oración en apoyo al pequeño, quien hasta ayer se encontraba estable.

El grupo de apoyo al niño, que desde semanas atrás impulsa una cadena de oración en la página de Facebook “Salvemos a Waldemar”, se reunió en el parqueo que está en el pasaje del citado centro hospitalario.

En medio de velitas encendidas unieron sus corazones y sus manos para poder vivir la fuerza que tanto admiran hoy en el pequeño, e incluso en su padre, que lo cuida y hasta ha salido a pedir ayuda.

“Estamos bien motivados porque vemos la fuerza que tiene Walde para salir adelante a pesar de que está sedado”, citó una dinámica voluntaria y amiga de la familia del pequeño.

La joven afirmó que el niño “está igual, estable. Está con sus medicamentos, bien cuidad en la UCI, esperando le hagan efecto”.

La voluntaria comentó que al niño ya le están suministrando el medicamento que necesita para superar el problema respiratorio que tiene. Incluso el día siguiente de haber iniciado el tratamiento ya mostraba alguna mejoría, indicó.

“Esos medicamentos fueron maravillosos y Dios hizo su obra”, añadió, tras expresar su confianza de que estará aún mejor en los próximos ocho o 10 días.

En la UCI donde está ingresado Waldemar hay un internista para cada niño que está bajo tratamiento. El padre de Waldemar está allí por lo menos dos horas. Una al mediodía y una en la tarde.

Mientras las personas voluntarias hacen lo propio para seguir apoyándolos y dan gracias a Dios de que algunas empresas hicieron eco de las peticiones de ayuda para comprar uno de los dos fármacos requeridos, porque el otro, Ciriax, fue donado por el hospital de San Miguel.