Héctor Alberto Huezo Márquez, de 26 años, fue acribillado ayer por dos sujetos que lograron acorralarlo en el pasaje Ramírez, situado sobre la 1a Avenida Norte, en el centro de Soyapango.
Fuentes policiales dijeron que el ataque contra el hombre, apodado El Queiquito y según la Policía un supuesto reconocido distribuidor de drogas de la zona, ocurrió a las 11:00 de la mañana. Contra él pesaba una orden de captura.
Testigos relataron que El Queiquito fue perseguido por dos sujetos con apariencia de pandilleros y, en su intento por esquivarlos, se introdujo al pasaje, sin sospechar que este no tenía salida.
El personal de Medicina Legal que hizo el reconocimiento del cadáver dijo que la víctima tenía dos heridas de bala en la cabeza y cinco más en el tórax. Las autoridades determinaron que las armas utilizadas fueron calibre 9 y 32 milímetros. Por este homicidio no hay capturas.
También se supo que Héctor Alberto tenía un tatuaje de payaso en la pierna y otro más de un duende fumando. Aunque estas marcas no son alusivas a pandillas, un agente de la Policía vinculó a la víctima con la mara 18.
Parientes que llegaron a la escena, con semblante sereno, dijeron que desconocían si este había sido amenazado, pues, según ellos, casi no lo veían, dado que meses atrás se había acompañado y ya no residía en la misma vivienda que ellos.
A este homicidio se suma el de un supuesto pandillero de la 18 que fue ultimado la noche del lunes en el reparto Altavista, en Ilopango.
Las autoridades no pudieron identificarlo y dijeron desconocer el móvil del ataque.
Hallan cuerpo en quebrada
En el kilómetro 22 de la carretera Panamericana, en el municipio de San Pedro Perulapán, Cuscatlán, fue encontrado el cadáver de un hombre que no pudo ser identificado por falta de documentos.
Según delegados del Ministerio Público, tenía unos cinco días de haber muerto.
El cuerpo estaba en una quebrada de la zona y presentaba heridas de arma blanca; además estaba atado de pies y manos, según las autoridades.