Un grupo de 12 reclusos del centro penal La Esperanza, conocido como Mariona, se dedicaba a extorsionar a centros escolares y establecimientos comerciales de los departamentos de Sonsonate, San Salvador y La Libertad.
Los reclusos accedían a Internet para obtener los números telefónicos de sus potenciales víctimas y luego las extorsionaban por medio de teléfonos celulares que estaban en poder de los mismos internos, según la Policía.
Las investigaciones comenzaron con la denuncia que se hiciera en agosto pasado desde un centro escolar católico de San Salvador, a cuyas autoridades las amenazaron con hacerle daño a cinco de sus alumnos si no accedían a sus pretensiones económicas.
A los 12 reclusos les notificaron de las nuevas acusaciones por el delito de extorsión en los penales de Mariona y Zacatecoluca, donde ya cumplen condenas por delitos graves, como homicidio y robo extorsión, entre otros.
Los investigadores de la DECO capturaron además, la madrugada de ayer, a ocho personas que se supone colaboraban con los reclusos extorsionistas, “ya que estas personas se convertían en cómplices de los internos en vista de que necesitaban de alguien que en el exterior recibiera el dinero que había sido solicitado como extorsión”, dijo Rodolfo Delgado, jefe de la Unidad Antimafia de la Fiscalía General.
Todos serán procesados por cinco casos.
Entre los capturados se encuentra la profesora Doris Elizabeth B. P., quien trabajaba en un colegio privado de San Salvador, que no es el que puso la denuncia.
“Las investigaciones establecieron que la docente, al igual que los otros detenidos, se encargaba de recibir el dinero de las extorsiones”, dijo Julio César Marroquín Vides, jefe de la División Central de Investigaciones (DCI).
Ninguno de los reclusos ni de los detenidos tienen vínculos con las pandillas criminales, pero se hacían pasar por pandilleros para intimidar a sus víctimas.
Durante las pesquisas policiales se estableció que los extorsionistas habían exigido dinero a 50 centros escolares, pero solo dos de esas instituciones educativas decidieron denunciar.
Las cantidades de dinero que exigían no eran elevadas y les ordenaban a sus víctimas depositarlas vía cuentas bancarias o mediante tarjetas de crédito.
Los detenidos les llevaban el dinero de las extorsiones a los reclusos, según la Policía.
En otro operativo, la Policía de San Miguel capturó al empresario de buses Julio R. y a siete supuestos pandilleros, acusados de extorsionar a los transportistas de la zona.