SANTA ANA. El incremento de taxistas piratas se ha convertido en uno de los fenómenos que más terreno ha ganado en el sector comercio de la ciudad.
Hasta hace algunos años, la identidad legal de los taxistas estaba regulada por un permiso especial que otorgaba el Viceministerio de Transporte (Vmt) y que según los mismos trabajadores servía como identificación laboral y soporte de legalidad ante cualquier problema.
El subinspector de la división de tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC), Martín Orlando Martínez, asegura que aunque todavía no se tienen cifras oficiales de cuántos vehículos de alquiler circulan por las calles de la Ciudad Morena, éste se ha incrementado debido a la aparición de los carros no autorizados por el Vmt.
“Tenemos conocimiento de esta situación y somos sabedores de que hay muchos taxistas que no están registrados y tampoco tienen la autorización por parte del Vmt para ejercer este trabajo. Por el momento, tránsito no tiene registrado el número de taxis legales que hay en la ciudad, pero estamos trabajando en eso”, dice Martínez.
El subinspector también revela que actualmente la PNC no tiene un proyecto de regulación ante dicha situación destinado para el municipio de Santa Ana. Sin embargo, confirmó que sí han realizado inspecciones en otros lugares como San Sebastián Salitrillo, El Porvenir y Chalchuapa.
Martínez asegura que algunos de los taxistas piratas, además de infringir la ley también representan un peligro para los ciudadanos que a diario hacen uso de este servicio de transporte.
“El problema con estos señores (taxistas piratas) es que muchos de ellos trabajan por su propia cuenta. Eso quiere decir que pueden ser cualquier persona y no van a responder ante un hecho delictivo. Las personas que hacen uso de los taxis piratas se arriesgan a mucho”, asegura el subinspector.
Por otro lado, los taxistas que circulan de manera legal por la ciudad aseguran que la competencia desleal les está ganando buena parte del mercado debido a las competencias de precios que ellos mismos se imponen.
“Ahora quizá se ven más taxis piratas que legales en circulación. Eso no es bueno para nosotros porque nos ganan los clientes de manera desleal. Ellos mantienen tarifas menores a las nuestras porque trabajan para ellos mismos y son ellos quienes deciden cuánto cobrar”, dice uno de los taxistas autorizados, quien se identificó sólo como Marcos.