Aunque tienen empleo, no han recibido sueldo desde enero hasta la fecha, por eso un grupo de docentes y empleados administrativos del Instituto Nacional Puerto de La Libertad (Inall) se niega a continuar trabajando.
Los 11 maestros y seis empleados administrativos dicen que no tienen dinero para pagar sus recibos de los servicios básicos, como agua potable y energía eléctrica, por eso a algunos de ellos ya les cortaron las conexiones.
Ayer, tras sostener una reunión con los padres de familia de los más de 900 alumnos del Inall, los maestros les entregaron a sus hijos y ellos se fueron a paro.
La medida que decidieron el lunes sólo fue efectiva ayer y retomarán las clases hoy luego de que el Ministerio de Educación (Mined), a través de un correo enviado por la Dirección Departamental de Educación de La Libertad, se comprometiera a depositar al instituto el bono de la gratuidad (partir del cual les hacen efectivo el salario) ayer y que el jueves les estarían pagando por sus servicios.
Si bien los profesores anunciaron que volverán a laborar hoy como muestra de buena voluntad y por no afectar más a los alumnos también aseguraron que retomarán la suspensión de actividades si el Mined no les cumple esta vez.
Los afectados explicaron que hace unos meses les dijeron que depositarían el dinero a finales de abril y no lo hicieron.
“He ido prestando para ir sobreviviendo con mi pasaje, comida. Soy padre de una niña. Para mí es difícil esta situación, uno trabaja por un sueldo, pero ellos (funcionarios del Mined) no se ponen en los zapatos de uno”, manifestó Edwin Morales, profesor de informática, afectado.
El maestro José Chávez explicó que la institución también tiene otras necesidades. Por ejemplo, los techos de varias aulas están llenos de agujeros.
Los educadores hacen un llamado al ministerio para que les resuelva la situación que también vivieron el año pasado durante tres meses.
Y es que los educadores ya están desesperados, considerando que la falta de dinero les está acarreando problemas para trasladarse desde sus casas hasta el centro educativo.
Y es que unos llegan de otros municipios, como Zacatecoluca, San Marcos y Sonsonate.
Los padres de familia dijeron que entienden la situación del personal, por lo que piden a las autoridades de Educación que solucionen rápido el problema.
“Afecta porque uno es de escasos recursos y no tiene para mandarlos a otro lado”, dijo María Mejía, quien desde Talnique llegó a traer a sus hijos, que estudian primero y segundo año de bachillerato técnico.
Los estudiantes también lamentan la situación y esperan que no se prolongue.
No es para menos, pues muchos llegan de otras localidades como Panchimalco, Rosario de Mora y San Luis Talpa.
“Nos afecta porque si se suspenden las clases es un retraso académico para nosotros. Los de segundo año llevan prueba Paes este año y les afectaría”, manifestó Miguel Ángel Pérez, estudiante de tercer año Contador y miembro del Consejo Directivo Escolar.