El Día de la Cruz en el país es recordado como un momento para adorarla y recordar las bendiciones que el Creador ha dado en abundancia.
La tradición consiste en adquirir una cruz de “palo de jiote”, instalarla en un lugar visible, rodearla de diversidad de frutas de la temporada y ponerle uno que otro arreglo.
Luego el que desee tomar una de las frutas, debe decir una plegaria en agradecimiento por las cosechas del año.
Los abuelos cuentan que la costumbre de poner una cruz de jiote es porque después de varios días le crece ramitas, esto es símbolo de que todo debe renacer.
La comunidad estudiantil de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec), se volcó a celebrar el Día de la Cruz en las instalaciones del Museo de Antropología Universitario (MUA).
En la actividad no faltaron los mangos, zapotes, pepetos, guanabas, papayas, cocos, naranjas, coyoles y el marquesote con el refresco de horchata.
“Esta es una tradición que se remonta a la época prehispánica, pero también es una tradición cristiana que trajeron los españoles a esta parte del mundo que ahora se llama El Salvador”, destacó el antropólogo y director del MUA, Ramón Rivas.
También el Instituto Nacional Francisco Morazán (Central de Señoritas), festejó a lo grande con diferentes actos alusivos al día.
Las estudiantes fueron las encargadas de darle vida la cruz con los frutos y adornos.
En Sensuntepeque
Por la mañana de ayer, la municipalidad adecuó la estructura en el parque central Luciano Hernández, para que a las 3:00 p. m. los pobladores del lugar se acercaran a venerar la cruz y poder disfrutar de una fruta.
“Lo que buscamos es que las familias junto con hijos sean parte de esta bella tradición, la cruz la adornamos con todo tipo de frutas de manera que se lleven un recuerdo a su casa”, destacó el edil, Edgar Bonilla.