A dos vigilantes que brindaban seguridad en los contornos de una residencial privada, situada en la colonia Escalón, los asesinaron la noche del domingo, pero sus cadáveres fueron encontrados hasta ayer por la mañana, cuando sus compañeros llegaron a relevarlos.
Las víctimas fueron identificadas como Mauricio Renderos, de 35 años, y Salvador Hernández, de 34; cuyos cuerpos estaban separados a unos 60 metros de distancia en medio de unos matorrales.
Fuentes policiales explicaron que lo más seguro es que los atacantes hayan sorprendido a los custodios mientras patrullaban, los sometieron y enseguida los mataron.
Ninguno de los vigilantes tenía los dos revólveres que usaban como armas de equipo, por lo que las autoridades policiales sospechan que el robo pudo haber sido el motivo para asesinarlos.
Tampoco descartan que las víctimas hayan tenido problemas con los pandilleros que delinquen en la zona y que, por ende, estos hayan tomado represalias.
Hernández, quien estaba vestido con el uniforme de la empresa de seguridad, estaba amarrado de las manos y tenía lesiones de bala. Mientras que a Renderos, quien vestía de civil, lo lapidaron, porque tenía el rostro desfigurado, a pedradas, según la Policía.
El informe policial detalla que el sistema de emergencias 911 recibió a las 8:00 de la noche, del domingo, una llamada telefónica para alertar de un tiroteo que se había registrado en el referido sector.
Varias patrullas de la Policía acudieron al llamado, pero luego de más de una hora de buscar en la zona y no encontrar nada se retiraron. Y no fue sino hasta la mañana de ayer que sus compañeros encontraron sus cadáveres.
En los alrededores de la residencial, situada al final de la avenida Masferrer Norte, se encuentran algunos asentamientos de pandilleros que suelen delinquir en el sector.