Escuelas ahuachapanecas en aprietos para seguir funcionando

Tres escuelas del departamento de Ahuachapán exponen la crisis que enfrentan

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Piden mejorar la infraestructura de la escuela Virgilio Cornejo, en Ahuachapán.

Por Cristian Díaz El Diario de Hoy

2013-05-24 7:00:00

AHUACHAPÁN. Las escuelas ahuachapanecas no sólo enfrentan problemas en sus infraestructuras, sino que tampoco han recibido las transferencias económicas que el gobierno les realiza generalmente entre febrero y marzo de cada año.

Está por finalizar el quinto mes del año y las autoridades de Educación aún no les han dicho cuándo podrían depositarles el dinero.

Algunas escuelas consultadas coincidieron en señalar que el atraso les ha afectado principalmente para la compra del material didáctico que utilizan los docentes para impartir sus clases.

En algunos casos, los mismos maestros han tenido que usar de su propio dinero para adquirir algún material.

La situación más grave está en el centro escolar Doctor René Virgilio Cornejo, en el cantón Llano de la Laguna.

La directora de la institución, Irma González, dijo que atienden a 1,256 estudiantes desde parvularia hasta noveno grado, por lo que la falta de fondos para la compra de material didáctico es preocupante.

Para colmo, las autoridades de Educación les enviarán los nombres de las librerías donde pueden ir a comprarlo, pero es algo que tampoco han hecho, porque no tienen dinero.

A otras librerías, con las que tradicionalmente han trabajado, no pueden ir a pedir “fiado” porque no pueden garantizar que Educación les avale el pago cuando hayan recibido las transferencias.

“Siempre hemos tenido tardanza para recibir la transferencia; pero este año se han disparado. No tenemos nada (de fondos) y necesidades hay. Ahorita no tenemos dinero ni para reparaciones”, lamentó la directora.

Agregó que una alternativa que tienen para cubrir algunos gastos es solicitar la colaboración económica de los padres de familia, aunque reconoció que esto está prohibido.

Por ello dijo que esperan que la transferencia sea a corto plazo para no llegar a dichos extremos.

Sumadas las dos transferencias que reciben al año, a dicha escuela le ingresa un promedio de $15,200, que son insuficientes para proveer de material didáctico a los 30 docentes que laboran en el centro educativo.

Además no les alcanza para la compra de insumos complementarios para preparar los refrigerios que les dan a los alumnos.

La directora dijo que debido a la falta de la transferencia no han contratado a un docente, pagado horas clases, para reforzar la planta de maestros, como en años anteriores. Los que están han asumido la carga laboral.

“Dejamos de contratar (a un maestro) porque no podemos estarle entreteniendo el pago porque también tiene necesidad”, dijo la directora.

También contó que 12 aulas requieren sustitución de techos, pues estos datan de hace 40 años. Las láminas de asbesto presentan agujeros y grietas por donde se filtra el agua.

Además lamentó que los baños no den abasto para la cantidad de alumnos que atienden. Cuentan con nueve, pero dos están obstruidos y el resto presenta fugas de agua.

“La transferencia que nos dan sirve para material didáctico, pero necesitamos más. En los servicios no necesitamos $2,000 para la reparación; se requiere de más”, dijo González y añadió que la inversión podría oscilar en los $5,000.

La situación es muy similar en el centro escolar Abelina Arriaza, del cantón Santa Cruz, en Ahuachapán, reconoció el profesor Martín Martínez.

La transferencia que le brinda el gobierno a dicha escuela es muy inferior a la que recibe el centro escolar Doctor René Virgilio Cornejo.

Sin embargo, la necesidad también es grande, dijo el mentor.

Anualmente reciben 2,000 dólares, aproximadamente.

El primer desembolso, que es la mitad, tampoco lo ha recibido.

“Nos afecta la falta de los fondos que el Mined (Ministerio de Educación) transfiere a la institución para hacer algunas reparaciones de la infraestructura, como en el techo”, dijo el docente.

El techo tiene filtraciones que la escuela quiere reparar, pero no cuentan con los fondos.

Aunque el profesor reconoció que lo ideal es cambiar las láminas de asbesto de las tres aulas donde funciona tercer ciclo y la biblioteca. Para ello requieren de $20 mil .

A dicha cantidad se le suman otros $5 mil que necesitan para reparar el sistema eléctrico, pues muchos de los cables están expuestos.

“No tenemos fondos ni para reparar los servicios sanitarios, donde hay fugas de agua. Eso afecta para la higiene y la salud que debe de haber”, manifestó Martínez.

La institución atiende a 180 estudiantes desde parvularia hasta el noveno grado.

El centro escolar eantón El Chayal, en Atiquizaya, también presenta necesidades.

Esa escuela enfrenta una deuda de $368 que no ha cancelado por falta de fondos.

El dinero lo debe a una ferretería que les dio material para reparación de la escuela con el compromiso de cancelarlo cuando recibiera la transferencia. Debido a la falta de pago, el propietario del negocio ha buscado formas para la cancelación. Pero no ha tenido resultados positivos.

El centro educativo tampoco cuentan con un muro perimetral, el área de recreo de los alumnos es de polvo y hay una sección que recibe sus clases en el pasillo porque también necesitan otra aula.