Firmante de tregua en La Libertad está preso por drogas

El pandillero admitió ante los policías que la droga era suya

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José Raúl Sola Escobar, hoy preso por drogas, firmó acuerdo de pacificación en el Puerto La Libertad, el 1 de marzo. Foto EDH

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2013-04-11 7:00:00

Uno de los pandilleros a quien fuentes policiales señalan de ser uno de los impulsores para que el Puerto de La Libertad fuera declarado como “municipio libre de violencia”, está en prisión preventiva por la posesión de 630 gramos de marihuana. Una constancia médica de que padece tuberculosis en grado agudo, no le valió para evadir la cárcel.

José Raúl Sola Escobar, de 35 años, fue capturado el 21 de marzo, en un pasaje de la playa Las Flores, en el Puerto de La Libertad, junto a otro pandillero, Willian Antonio López Zelaya, y María Inés Ávila Guardado.

López Zelaya, al momento de ser sorprendido por la Policía con la droga dentro de su auto, presentó una carta firmada por Raúl Mijango, quien en el marco de la tregua entre pandillas, se ha denominado mediador y representante de la sociedad civil. En la carta pedía guardar consideraciones al portador.

El juzgado de Paz dejó en libertad condicional a López Zelaya y a Ávila Guardado, debido a que Sola Escobar se adjudicó la propiedad de la droga decomisada, según la Policía, dentro del vehículo placas P261-832, que conducía López Zelaya, quien era acompañado por Ávila Guardado.

La Fiscalía acusó a los tres por el delito de tráfico ilícito de drogas. Sin embargo, el juez Rodolfo Meléndez cambió el delito a posesión y tenencia de drogas argumentando que la Fiscalía no pudo establecer que los tres capturados estuvieran comercializando los 630 gramos de marihuana.

En su declaración ante el juez, Sola Escobar dijo que en el momento que conversaba con López Zelaya y Ávila Guardado, quienes estaban dentro del auto, vio aparecer a la Policía y que por ello había dejado caer el maletín con la droga dentro del vehículo.

Por su parte, Willian Antonio López Zelaya, supuesto cabecilla de la mara 18, negó ante el juez que estuviera comercializando la droga. Alegó que él había llegado al Puerto de La Libertad a platicar con Sola Escobar debido a que se le había informado de problemas entre la pandilla 18 y la mara Salvatrucha, lo cual estaba poniendo en riesgo, el acuerdo de pacificación.

De acuerdo con el juez Meléndez, a López Zelaya y a Ávila Guardado los puso en libertad porque desde el momento en que Sola Escobar admitió que es el dueño de la droga, los otros dos no tenían responsabilidad; no obstante, el juez asegura que la Fiscalía tiene la oportunidad de fundamentar la acusación contra ellos, pues no han sido declarados inocentes sino que siguen atados al proceso aunque en libertad.

Según el juez, el decomiso fue un hecho casual, cuando tres policías andaban en un patrullaje rutinario, y no producto de una investigación, lo cual, según la sentencia 70-2006, de la Sala de lo constitucional, establece los parámetros para que un delito sea considerado tráfico ilícito.

Meléndez afirma que la carta presentada por López Zelaya no tiene ningún valor porque Raúl Mijango no es una autoridad, por esa razón, judicialmente no podía valorar lo que en ella decía.

“Quiero dejar en claro que esa carta no es vinculante para mí. No quiero que la sociedad piense que a ese imputado (López Zelaya) se le ha favorecido por eso (la portación de la carta)”, explicó el juez.