Analistas ven con recelo “logros” en seguridad que promociona el Gobierno

Analistas en estudio de pandillas y alcances de esas estructuras ven con detenimiento la postura del gobierno y coinciden en que la tregua no despeja dudas

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La tregua de las pandillas ha logrado una reducción en los homicidios del país a cambio de beneficios a los cabecillas en las cárceles, quienes siguen delinquiendo. Foto EDH / ARCHIVO

Por Tomás Guevara, corresponsal en Washington

2013-04-18 7:00:00

La postura del gobierno salvadoreño que defiende la tregua entre las pandillas como una salida a la crisis de inseguridad del país no despeja las dudas en analistas que han estudiado este fenómeno de criminalidad que ha puesto en vilo a los sistemas de seguridad en los países del Triángulo Norte, formado por Guatemala, Honduras y El Salvador.

El analista del tanque de pensamiento International Assessment and Strategy Center, en Washington, Douglas Farah, dice que la tesis propuesta por el presidente Mauricio Funes en su disertación de este jueves en Washington no tiene coherencia, pues sigue enredada en una discursiva que oculta mucha información sobre el proceso mismo”.

“Me parece que la tesis del señor Presidente sería más coherente si el gobierno de verdad tuviera una política social de integración de los pandilleros, y si la tregua tuviera una base de transparencia y coherencia para que el pueblo y la comunidad internacional pudieran entender cómo se dio y a qué se comprometió el gobierno”, explicó Farah a El Diario de Hoy.

Por su parte, el académico José Miguel Cruz, profesor asistente de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida y experto en tema de pandillas, coincide con Farah sobre esa premisa.

Cruz, de origen salvadoreño y exdirector del Instituto de Opinión Pública de la UCA, quien ha estudiado la evolución de las maras desde hace varios años, considera que ante el plan de tregua, el gobierno se ha enredado en su propia red de inconsistencias al difundir el acuerdo de las pandillas.

“El gobierno está en una posición muy difícil porque se ha acorralado solo en las diversas versiones sobre la tregua y esa es una posición difícil para un Jefe de Estado. Eso hace que el discurso sea un poco incoherente; el gobierno no se apropia de ello (la tregua) como una política de seguridad pública, pero al mismo tiempo pide asistencia para ella, es una posición muy ambigua y con falta de claridad”, explicó el académico a este periódico.

Farah agrega que sin duda, ante la criminalidad que abate al país y al resto de vecinos en el Triángulo Norte, se necesita de un plan, pero considera que la autoridad legítima del país no puede ceder “la soberanía nacional a mareros en decenas de municipios”, porque eso no resuelve el problema de fondo “simplemente fortalece un grupo que, como el Presidente reconoce, son los responsable de al mayor cantidad de homicidios que se comete en el país”.

En ese sentido José Miguel Cruz cree que en el andamiaje de la tregua y la rebuscada posición del gobierno para justificarla, las pandillas estarán jalando agua para su molino, pues con el conocimiento que se tiene de cómo estas estructuras criminales se fueron robusteciendo, es predecible que los pandilleros sacarán el mayor provecho de la negociación.

“Es ingenuo pensar que las pandillas no van a velar por sus propios intereses como todos sabemos que lo han venido haciendo por años al fortalecerse. Así que las pandillas como cualquier otra organización va a buscar sus propios intereses y que las cosas funcionen para ellos”, acota Cruz.

Y Farah agrega: “Los que manejan la tregua y deciden son los pandilleros. El que cede ante la creciente lista de demandas es el gobierno. Eso realmente no es una política coherente frente a una amenaza a la sobrevivencia del estado que se vive El Salvador en este momento”.

Sobre las implicaciones que tendría ante el gobierno de Estados Unidos lo propuesto por el presidente Funes de bajarles el perfil al considerar que son de menor cuantía si se las compara con los grandes cárteles de la droga, ambos analistas coinciden en que bajo esa premisa en Estados Unidos se acumulan más dudas al proceso de pacificación entre pandilleros impulsado por el Ejecutivo.

“Creo que hay unas dudas sobre esa interpretación, igual que las dudas sobre la tregua misma. Como dije en mi informe la gran mayoría de las clicas no están en crimen transnacional. Pero algunos sí (Hollywood Locos etc.), y ese sector va creciendo. Y eso preocupa”, agrega Douglas Farah.

El analista José Miguel Cruz dice que no cree que cambie la aprensión de funcionarios del gobierno de Estados Unidos al proyecto de la tregua. “Uno no encuentra claridad a la postura del gobierno, en ese sentido muchos funcionarios estadounidenses no verán que eso cambia, porque sigue siendo una posición muy ambigua del gobierno salvadoreño”, dijo.