Madre y esposo de Beatriz deben “pedir permiso” para poder visitarla

La joven ha tenido problemas con la presión arterial, según su madre

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Beatriz creció junto a su madre y cuatro hermanos. Desde el miércoles pasado, está en Maternidad. Aunque han querido, sus familiares no han recibido autorización para visitarla. Foto EDH / Archivo

Por nacional@eldiariodehoy.com

2013-04-22 8:00:00

Beatriz ha sido aislada de sus familiares. Pese a que su esposo y su hijo de un año están alojados en el albergue de una organización feminista en San Salvador, no han podido visitarla mientras permanece bajo observación en el hospital de Maternidad.

La única forma que tiene su familia de comunicarse con ella es conseguir saldo y hablarle al celular. Así lo confirmó ayer Delmy, madre de Beatriz.

La joven en cuyo nombre se presentó una solicitud ante la CSJ para que permita abortar el feto de 20 semanas que crece en su vientre ha tenido nuevos problemas estos días. Su madre los explica:

–Se le había bajado la presión, pero ya se la controlaron. No la he ido a ver porque me dicen que tengo que ir a pedir un permiso para verla.

— ¿Dónde tiene que pedir permiso?

— En el hospital… Está desesperada porque no nos ha visto.

Delmy asegura que su hija no ha recibido visita de su esposo ni su hijo: “El doctor que la está viendo le dijo que iba a hablar con el director para ver si le permitía que llevarán al niño para que lo viera ella”.

El Diario de Hoy se comunicó vía teléfono con Mauricio, el esposo de Beatriz. Cuando se le preguntó por qué no había podido visitar a su esposa dijo no saberlo. De lo que sí está al tanto es de su salud.

Lo que le dice el médico

El esposo de Beatriz aseguró que el médico que la atiende le ha dicho “que hay que intervenir con el embarazo, pero a las 20 semanas, para que no sea un aborto sino que sea un parto prematuro”.

Reiteró que está de acuerdo con que los médicos hagan lo que sea necesario para salvarle la vida de su esposa.

Los últimos días, en sus palabras, “han sido difíciles, más que todo por ella”.

–¿Qué ha sido lo más difícil?

–Más que todo el embarazo, ver que no puede sobrevivir si no actúan rápido.

Mauricio calcula que Beatriz tiene entre 19 y 20 semanas de embarazo. Cree que los médicos podrían inducirle el parto “pero no se sabe cuándo”, advirtió.

Al preguntarle porqué está en San Salvador si no puede visitar a su esposa, indicó que “el motivo es por el niño, no lo puedo estar llevando al hospital porque no me dejan entrar con él”. Cuando se le cuestionó porqué está alojado en un albergue explicó que “para estar más cerca de ella”.

Al fondo se escuchan los gritos de un niño que parece estar jugando.

Cuando Beatriz salió embarazada nuevamente dejó de visitar a su madre, y su hijo dejó de recibir la terapia de estimulación que le proporcionaba un grupo de voluntarios en un caserío de Jiquilisco. El niño es sietemesino, el terapeuta asegura que ha tenido avances, pero aún no camina.

A la espera de que le den permiso para visitar a Beatriz, Mauricio pasa las horas cuidando del niño y deseando que su esposa reciba la atención médica necesaria.