Ayer, la Embajada de Estados Unidos anunció una buena noticia, 12 jóvenes americanos fueron juramentados como integrantes del Cuerpo de Paz, que apoya con diversos programas a distintas comunidades en el país.
Los nuevos miembros se suman a los 23 actuales que trabajan en el territorio salvadoreño, los cuáles son originarios de diferentes estados de los EE. UU.
Los voluntarios recibieron un curso de siete semanas, en las cuáles aprendieron español, cultura salvadoreña y otros aspectos técnicos.
Los jóvenes son enviados a diversas comunidades, donde son acogidos por familias de la zona. Allí se impulsan tareas para que los lugareños mejoren sus condiciones de vida.
Por ejemplo, apoyan la educación de los jóvenes capacitándolos en idioma inglés, informática, entre otros.
Actualmente, los Cuerpos de Paz de El Salvador (PCES de acuerdo a sus siglas en el inglés) trabaja en cuatro sectores: agrosilvicultura y educación medio ambiental, salud y sanidad rural, desarrollo juvenil y desarrollo municipal.
La embajadora Mari Carmen Aponte presidió la actividad, en la que felicitó la labor que comenzarán y los exhortó a seguir apoyando a la población de El Salvador.
“Las juramentaciones demuestran el alma del compromiso del pueblo americano. Después de año y medio , hemos vuelto a juramentar a nuevos voluntarios. Eso es un enorme orgullo”, recalcó Aponte.
El director regional de los Cuerpos de Paz, James Kuklinski, agradeció a las familias anfitrionas por recibir a los voluntarios e instó a estos a cumplir con el programa de Desarrollo Juvenil.
“Han sido un grupo excepcional que ha dado muestra de ser embajadores de amistad, lo que ayuda para continuar y mantener la unión de los salvadoreños con los americanos”, dijo el director.
Algunos municipios, cantones y caseríos de Chalatenango y Santa Ana son los lugares que apoyaran los voluntarios.
El Cuerpo de Paz tiene una larga historia de colaboración con el desarrollo de los salvadoreños. Los primeros 20 voluntarios de esta entidad de ayuda llegaron a El Salvador en 1962, sin embargo, debido al conflicto armado que el país sufrió, suspendió sus labores en 1980.
La organización reanudó sus labores de ayuda en las comunidades necesitadas en 1993 y prevé seguir con la idea durante varios años.