Recupera auto que le había sido robado, pero va a la cárcel

Dueño ayer lo localizó de casualidad y para detener la marcha del mismo, le disparó a una de las llantas.

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Los vehículos blancos, rojos, grises, verdes, azules y negros son los más apetecidos por los robacarros. Foto EDH

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2013-04-20 7:00:00

El propietario de un vehículo robado hace un mes en San Salvador lo pudo localizar de casualidad ayer por la mañana, cuando circulaba en la avenida Las Amapolas, en la colonia San Francisco. Al identificar que se trataba de su vehículo rojo, decidió perseguir al conductor hasta alcanzarlo y le atravesó el automóvil que manejaba.

El ofendido se bajó del auto con pistola en mano y le hizo varios disparos a la llanta derecha trasera del carro robado placas P 190-239 para detener su marcha.

Enseguida encañonó al sujeto que lo conducía para evitar de que se escapara.

Sin embargo, los disparos alertaron a policías del Grupo de Reacción Policial (GRP) que pasaban por la zona y que de inmediato se dirigieron al lugar.

Al llegar observaron a dos personas con pistolas en mano que apuntaban al conductor del auto robado. En ese momento, los policías acordonan el sitio y retuvieron en vías de investigación a las tres personas.

Después de las primeras investigaciones, los policías arrestaron a Luis Armando P., de 35 años; y a Carlos Roberto O., de 37; quienes serán acusados de intento de homicidio en contra de Néstor Enrique L. G., quien conducía el auto robado.

También los policías arrestaron a Néstor Enrique L.G. para que responda ante la justicia por el robo del automóvil que se supone es propiedad de una de las dos primeras personas mencionadas y detenidas.

A estas últimas les decomisaron un revólver y una pistola 9 mm, pero la Policía investigará si las dos armas están legales.

Vecinos del lugar dijeron que a Néstor Enrique le decomisaron una cantidad considerable de dinero, pero esa versión no fue confirmada por la Policía.

Fuentes de la Policía informaron que el dueño del auto rojo lo llevó hace un mes a un autolote para dejarlo en consignación con la intención de poderlo vender.

Al autolote llegó un individuo desconocido que dijo tener interés en comprarlo, pero lo pidió prestado para irlo a probar. Sin embargo, el sujeto ya no regresó con el carro.