SAN MIGUEL. Cualquiera podría creer que detrás de la venta de animales en peligro de extinción, lo único que hay es la extrema necesidad de familias pobres, de obtener algunos dólares extra con los que llevar el sustento a sus hogares. Pero no es así de simple.
Las autoridades policiales han establecido que hay mafias detrás de este negocio ilegal, que utilizan generalmente a niños para hacer la comercialización, a las orillas de las carreteras.
De hecho la unidad de investigaciones de la delegación policial migueleña, ha identificado que en la zona del cantón El Delirio, hay una persona que se encarga de colectar garrobos y luego envía a los lugareños a venderlos, a cambio de obtener una comisión por ello.
Hace poco allanaron su vivienda, y lo arrestaron por depredación de fauna protegida, dijo el sargento que solo se identifica como Recinos y que es el jefe de la unidad de medio ambiente, de la Policía Nacional Civil (PNC).
Recinos dice que este es el negocio de una sola familia y que quienes se arriesgan a ser arrestados por vender los animales en la calle, solo obtienen una pequeña ganancia.
El Diario de Hoy conversó con tres niños que dijeron estar conscientes de que los adultos solo los utilizan, porque si arrestan a un adulto por estas ventas, el problema que enfrentaría sería muy serio.
“A nosotros nos mandan porque podemos correr entre los matorrales más rápido que los adultos, cuando nos toca escapar de la policía y si nos llegan a agarrar, por lo general solo nos decomisan los animales, no nos llevan presos”, dijo Jaime, de 11 años.
Estos chicos afirman que para no entorpecer sus estudios se dedican a la venta de animales solo en sus tiempos libres, pero a penas saben leer.
Sí procede la detención
El jefe de medio ambiente de la Policía sostiene que cuando logran interceptar a niños con animales en peligro de extinción, si procede su detención y afirma que lo hacen, cuando les es posible.
Pero señala como limitante, que la unidad policial solo tiene un carro y que “ellos lo conocen bien, por lo que al acercarse huyen; solo el colazo les vemos”, dijo Recinos.
Argumenta que una forma eficaz de intervenir, sería hacer uso de un vehículo particular, para sorprender a los vendedores cuando hacen estas ventas ilegales.
Sin embargo, esta unidad policial tiene resultados positivos. En enero decomisaron 49 garrobos vivos y 12 que ya habían preparado para cocinarlos. Además de ocho garrobos negros, que ya son muy escasos.
En febrero decomisaron seis garrobos y tres iguanas verdes, que están en peligro de extinción. En lo que va de marzo solo han logrado decomisar una guara verde.
La fuente policial explica que estas ventas de animales son comunes en dos puntos de la zona oriental: la carretera El Litoral, por el cantón El Delirio y la carretera Ruta Militar, entre San Miguel y Morazán.