Analista avisa sobre fragilidad de democracia

El altercado entre algunas instituciones como la Asamblea Legislativa y Corte Suprema de Justicia son muestra de ello

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Arturo Cruz,, fue invitado a inaugurar con su ponencia la Ecade, de Fusades. Foto EDH/Archivo

Por Daniel Choto Edmee Velásquez nacional@eldiariodehoy.com

2013-04-18 7:00:00

Las debilidades en que ha entrado la institucionalidad de las democracias centroamericanas, y el peligro de que resurja el caudillismo fueron expuestos ayer por el analista político nicaragüense, Arturo Cruz.

Su ponencia también fue comentada por los miembros del consejo asesor externo de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), entre ellos, Manuel Alcántara, catedrático de ciencias políticas de la Universidad de Salamanca, España y Daniel Zovatto, director regional para América Latina y el Caribe de International IDEA.

En el caso de El Salvador, Cruz destacó que el país se encuentra en una situación extremadamente delicada, por cuanto la sociedad tiene una percepción “terrible” de la democracia, en parte porque se continúa distribuyendo con poca justicia y equidad aquello que es escaso, es decir la riqueza, ya que la economía crece cada vez menos.

Cruz, también profesor del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae), insistió en que “aquí lo escaso se torna más escaso, porque El Salvador es del criterio de que tienen que hacer las cosas bien, pero no crece”.

En su ensayo titulado “Estado de la institucionalidad democrática de la región centroamericana”, el analista plantea el divisionismo que han venido experimentando los partidos políticos, que, desde su perspectiva, han perdido su papel mediador entre el Estado y la Sociedad para “repartir lo que es escaso”.

Si el Gobierno y los políticos siguen sin darle soluciones reales a la gente y sin que se recupere el crecimiento económico en el próximo quinquenio “será muy probable que el salvadoreño no renueve la esperanza”, dijo.

Cruz aclaró que no solo los partidos están en problemas, sino que el sistema político en su conjunto lo está, es decir, “la democracia representativa es la que puede estar en problemas, porque cuando los partidos son incapaces de mediar, con un mínimo de efectividad y justicia, la democracia empieza a perder legitimidad como instrumento de repartir aquello que es escaso”, insistió.

El economista y politólogo también advirtió que si no se hacen los cambios necesarios a la institucionalidad del país para consolidar la democracia, se puede dar una situación donde los salvadoreños dentro de cinco a seis años, decidan migrar hacia el poder dominante, personificado en un caudillo, que esté dispuesto a darle las soluciones que el pueblo espera, que tampoco dijo cuáles son.

Resto de países

Sobre el resto de naciones del istmo centroamericano, Cruz hizo un breve repaso del desarrollo de la institucionalidad democrática, y advirtió que en el caso de Nicaragua, desde el Gobierno del presidente Enrique Bolaños, se generaron las condiciones para que abriera el camino al caudillismo.

Bolaños le apostó al futuro, pero se olvidó del “mientras tanto” (el presente), dijo, al referirse a que no dio solución a las expectativas muy modestas e inmediatas de la sociedad nicaragüense.

“Si yo gobierno para el futuro en mi país, yo no estoy gobernando y los réditos políticos son negativos”, aclaró.

“Yo respeto de Bolaños que fue de los pocos gobernantes que pensó en el futuro, insistía en inversión privada, en crecimiento económico y en densidad de empleo por familia. Apostaba al futuro, pero la inmediatez la descuidó completamente”, porque no habían suficientes recursos en el presupuesto general de la nación, explicó.

En el caso de Honduras, el politólogo destacó como la sociedad de ese país vecino, después de ser muy fuerte en los años 90, comenzó a erosionarse y los ciudadanos empezaron a desvincularse de su sociedad política.

La causa de todo ello tuvo su origen en que los hondureños percibieron en los partidos políticos un instrumento de la sociedad económica, y que a la hora de mediar entre Estado y sociedad, “los hondureños ni siquiera perciben a la sociedad política mediando para los organizados, a menos que pertenezcan a la sociedad económica fuerte”.

Aunque Cruz elogió la democracia de Costa Rica, también dijo que está en camino de una mayor polarización, pero en general insistió en que se deben tomar las medidas necesarias para evitar que las democracias de la región continúen en deterioro.

Foro

Los integrantes del consejo asesor externo de Fusades coincidieron con Cruz en que la consolidación de la democracia centroamericana va más allá del diseño de la institucionalidad de los países, según explicó Timothy Power, catedrático de la Universidad de Oxford.

Por su parte, Abraham Lawenthal, profesor de la Universidad del Sur de California, Estados Unidos, destacó que si bien es cierto en los países de la región hay elecciones regulares y más o menos justas y libres, pero que en ningún país está funcionando la democracia con éxito, y que la economía de mercado “no ha dado resultados fascinantes”.

Daniel Zovatto puso el dedo en la llaga al cuestionar a las sociedades centroamericanas que exigen, por ejemplo, educación de primer nivel, pero que sus gobiernos continúan con niveles de recaudación fiscal por abajo del 14% del PIB. El trabajo por delante es tarea de todos, coincidieron.