Las maniobras nada violentas a las que recurren los delincuentes para salirse con la suya no dejan de sorprender. Las cámaras de seguridad de un almacén capitalino en el que se venden teléfonos celulares captaron el momento en que una banda de ladrones, en menos de 10 minutos, hurtó cuatro aparatos valorados en más de mil 200 dólares.
Lo que llama la atención es que la mayoría de asaltantes son mujeres mayores, quienes, en complicidad con dos hombres, ingresan al establecimiento con roles bien definidos y fingen ser clientes para robar los teléfonos expuestos en una vitrina sin ser descubiertos por las empleadas.
Mientras una de las mujeres se dirige al escritorio para supuestamente hacerle una consulta a la dependienta, un hombre se ubica frente al estante donde están los celulares, colocada en un extremo de la tienda, y el resto de se sienta para fingir que espera ser atendido.
Con pericia, el sujeto y una mujer se encargan de falsear la cerradura a la puerta del escaparate mientras que otra se sienta delante de ella para cubrirla y simular que está buscando algo en su cartera.
En el video, que fue facilitado a El Diario de Hoy por el propietario de la tienda, se ve que otras dos mujeres se acercan a donde la empleada para hacerle preguntas y darle más tiempo a sus compinches para cometer el robo.
Una de ellas coloca una cartera grande sobre el mueble a modo de impedir que la vendedora pueda ver lo que hacen los delincuentes al fondo.
Cuando la pareja tiene el botín listo, una de las mujeres que estaba con la empleada termina de hablar con ella y se dirige a una silla, agarra una bolsa que aparenta tener comprados y ahí guardan los aparatos para luego salir presurosos del establecimiento.
En menos de 10 minutos el negocio volvió a quedar vacío y, según el propietario , el personal no se dio cuenta de que faltaban los teléfonos hasta unas tres horas más tarde.
El empresario afectado aseguró que ya presentó los videos a la Policía. Aunque el atraco ocurrió el 23 de febrero, hasta la fecha no hay reporte de capturas de esta banda de asaltantes.
Según él, decidió hacer público el caso para que la población no se deje sorprender por gente que actúa con mala fe para cometer delitos.
Casos similares
Someter a sus víctimas usando armas de cualquier tipo o recurrir a la fuerza para cometer su objetivo es una prácticas que están desechando los delincuentes.
En julio de 2012, las cámaras de video de una ferretería situada en la colonia Escalón captaron a un hombre de unos 40 años, vestido con ropa informal, que fingía ser un empleado que ordenaba mercadería en las góndolas que están frente a las cajas de cobro y al ver entrar a las víctimas con laptops o maletines les decía que tenían que dejarlos en la paquetería.
La víctima, sin sospechar nada, entregaba su maleta (donde llevaba una computadora, un teléfono y una cámara) y cuando terminaba de introducirse al local, el delincuente agarraba los maletines y salía con total naturalidad.
Cuando el propietario de los artículos iba abandonar el lugar y pedía a los empleados del negocio que le entregaran su paquete le dijeron que ahí no se los retenían a sus clientes.
Días después, otro sujeto de nombre Cristian Alexander Méndez Moreira fue capturado en el Instituto del Seguro Social de Ilopango tras robarle una computadora portátil a un doctor cuando este había salido unos minutos de su clínica.
El personal de seguridad del nosocomio fue alertado de inmediato del hecho, activaron un dispositivo de rastreo y así retuvieron al ladrón, para luego entregarlo a la Policía.