Denunciar públicamente su inconformidad con los cambios en el Centro de Rehabilitación para Ciegos “Eugenia de Dueñas” era el objetivo de los padres de familia y usuarios de ese centro que se concentraron ayer frente a las instalaciones adyacentes al redondel Don Rúa.
Los demandantes reiteraron que desde hace un par de meses existe un deficiente seguimiento a la calidad de enseñanza y atención dirigida a las personas no videntes.
Asimismo, informaron sobre la disminución de usuarios, sobre todo por las tardes. Señalaron la suspensión del albergue para personas que viven al interior del país o son de escasos recursos.
“Cuando yo estuve eran entre 300 y 500 internos, niños y adultos, estamos hablando de la época de los 80 cuando el país estaba pasando una situación difícil y ahora que estamos en una época de paz y se ha desatendido”, declaró Andrés Alas, presidente de la Asociación de Ciegos de El Salvador (Asces).
Ante las denuncias hechas por los padres de familia y publicadas ayer en este periódico, el Instituto Salvadoreño de Rehabilitación de Inválidos (ISRI) solicitó el derecho de respuesta, pero no proporcionaron una fecha exacta para la entrevista.
El departamento de Comunicaciones de la institución, informó que la presidenta del ISRI, Jennifer Soundy, participó en todo el día en una actividad de la Secretaría de Inclusión Social.
Mientras tanto, los padres de familia resienten que se haya eliminado programas dentro del centro como: estimulación temprana, terapia de lenguaje y enseñanza del sistema Braille.
Bajo el argumento de las autoridades de que los alumnos deben permanecer con su familia, según los establece la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, “ha sido eliminado el servicio de internado”, aseguraron los padres de familia.
El sábado anterior, la presidenta del ISRI comentó que tienen que ponerse de acuerdo con el Ministerio de Educación (Mined) para poder replantear los roles que deben realizar ambas entidades y brindar el servicio a las personas no videntes.