Oriente favorecido con la recolección de llantas viejas

Pese a que las llantas se usan como combustible en hornos cementeros, Geocycle garantiza que no hay contaminación

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La recolección de llantas es un proceso que se desarrolla de forma continua en diferentes ciudades. foto edh / archivo

Por Francisco Torres comunidades@eldiariodehoy.com

2013-03-01 7:00:00

ORIENTE. Históricamente las llantas de vehículos han sido un serio problema ambiental para el país, porque cuando ya no son útiles siempre van a parar a ríos y quebradas o porque, en el peor de los casos, la gente opta por quemarlas, lo que genera una gran carga tóxica al medio ambiente.

Algunas instituciones de gobierno, como Protección Civil, han sugerido que estos desechos sean reutilizados para mitigar riesgo, usándolas como barreras muertas en sitios de deslaves.

Mientras que otras instituciones no gubernamentales las proponen para la elaboración de artesanías; sin embargo, en el país poco se ha hablado sobre la destrucción de estos desechos altamente contaminantes.

Eso es precisamente lo que hace interesante el esfuerzo que hacen de manera conjunta las alcaldías de San Miguel, Usulután, Santa Rosa de Lima y La Libertad, Geocycle —brazo ambiental de la cementera Holcim— y el Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).

Se trata de un esfuerzo en el que el MARN identifica alcaldías estratégicas y coordina con ellas la construcción de un centro de acopio para llantas, luego Geocycle paga el traslado de estas hasta la planta de Holcim, en Metapán, para usarlas como combustible en el proceso de fabricación del cemento.

Mientras el MARN verifica de cerca el proceso para evitar que la quema de las llantas genere contaminación al aire.

Este plan inició hace seis años sólo entre la alcaldía migueleña y Geocycle y luego, en 2010, se incluyó el MARN, que tras avalar el proceso de eliminación de las llantas vio una alternativa para erradicar estos desechos.

El tratamiento

Para Antony Araya, gerente de Geocycle, este esfuerzo parece sencillo, “pero realmente es muy complejo”, destaca.

Según él, Holcim debe pagar el traslado de estas llantas desde los centros de acopio hasta su planta en Metapán, pero para introducirlas en los hornos deben antes procesarlas para obtener pedazos muy pequeños, que son llevados a los hornos de manera dosificada.

Destaca que esta es parte de la labor social de la empresa, porque aunque el uso de llantas como combustible les genera un pequeño ahorro en la compra de combustibles, lo que realmente les lleva a este esfuerzo es el deseo de contribuir en el cuidado del medio ambiente.

Señala que Holcim paga unos 140 dólares por cada tonelada del combustible que tradicionalmente usan, pero que con el traslado y preparación de las llantas para usarlas en los hornos, la tonelada les sale costando unos 130 dólares, lo que sólo les implica un ahorro de 10 dólares por cada tonelada.

Hace pocos días, la alcaldía de Usulután entregó cuatro mil llantas que recolectó en las últimas semanas, lo que suman un poco más de 50 toneladas de desechos.

Este es el primer esfuerzo que realiza esta municipalidad para sumarse a este plan. Fuentes de la unidad de comunicaciones de esta alcaldía dijeron que desde que empezaron con la recolección de llantas están recogiendo entre 1,250 y 1,500 llantas por mes.

La alcaldía de La Libertad maneja volúmenes similares, según Geocycle. Mientras que en la alcaldía de Santa Rosa de Lima aún este esfuerzo no termina de cuajar.

Pero quien lidera el esfuerzo es la municipalidad de San Miguel, donde llegan a colectar hasta cuatro mil llantas por mes.

Alexander Villatoro, de la alcaldía migueleña, explica que la mayoría de estas llantas son recuperadas de ríos y quebradas mediante el Plan Castor.

No obstante, también señala que este municipio ha creado una ordenanza en la que se obliga a los talleristas y llanterías a que lleven sus desechos hasta el centro de acopio.

Pero la ordenanza no solo incluye las llantas en este municipio, sino también el aceite que se desecha de los motores de los automóviles.

El aceite sólo se recolecta en San Miguel y en el Valle de San Andrés, La Libertad. Aunque el tema de la recolección de aceite “quemado”, como es conocido, no cuaja porque muchos le dan un uso indebido a este desecho.

Villatoro argumenta que se han unido a este plan, debido a que es la única forma en el país en que se pueden deshacer de estos desechos.

En esto también concuerdan las fuentes de la unidad de comunicaciones del MARN que argumentan que el coprocesamiento que da Holcim a estos desechos es la única opción para eliminar esta basura tóxica del medio ambiente salvadoreño.

Cuando este proyecto inició, Geocycle y el MARN ubicaron 11 puntos estratégicos para la recolección de llantas en todo el país, pero hasta hoy solo hay cuatro centros de acopio, de los que uno funciona a medias.

Cada año ingresan al país casi un millón de llantas y el año pasado lograron destruir casi la mitad.

Este año pretenden elevar la recolección de llantas a un 70 por ciento de los que ingresa al año, que son unas ocho mil toneladas de llantas.